Es un plato cocinado y enriquecido con verdura fresca y recién cortada, lleno de fibra, proteínas y vitaminas, además de aportar la energía que los más peques necesitan. La mayor parte del plato es verdura, con carne y pasta en menor cantidad. Pero es una salsa tan rica y que engorda tanto el plato, que al ojo lo que se ve es un plato de pasta. En la receta os voy explicando paso a paso cómo sacarle el mejor partido.
Con no muchos ingredientes sale cantidad para dos almuerzos e incluso más. Así que una vez hecha la salsa y antes de añadirle la salsa de tomate, pongo la mitad en un recipiente para congelar. A la semana siguiente, sólo tengo que sacar el tupper del congelador la noche anterior y meterlo en la nevera para que se descongele. Al día siguiente añado salsa de tomate, termino de cocinarla en la sartén y añado la pasta recién hervida. Y así se tiene un plato de pasta recién hecha y con todas sus propiedades.
Ingredientes
- Un manojo de apio
- 3 o 4 zanahorias
- 2 dientes de ajo
- 6 champiñones frescos
- 150 - 200 gr. carne picada
- 1 kilo de tomates maduros o lata de tomate troceado (crudo)
- 200 ml de salsa de tomate frito (casera o de brick)
- 1 cucharadita de orégano o albahaca
- Un chorrito de aceite de oliva. (4o ml.)
- Un pellizco de sal (opcional), pimienta y pimentón dulce
1. Pela y lava las verduras, puedes usar un picadora para ir más rapido o hacerlo a mano (tiene que ser muy picado para que la salsa no tenga grandes tropezones). Primero la zanahoria, y se sofríe en la sartén cubierta ligeramente con el aceite de oliva, a fuego medio.
Luego pica o trocea el apio. Antes de echarlo a la picadora, lo corto fino en sentido trasversal a las vetas, para evitar las molestas estrías, si se añade ya cortadas a la picadora, se corta y se mezcla mejor en la salsa y es una estupenda fuente de fibra.
Pica o trocea los ajos y los champiñones, añade a la sartén. Es mejor cocinar con la tapa puesta, para que se vaya cocinando con su propio jugo (evitar que se evapore), se cocinará antes y estará más jugoso. Cocina unos diez minutos.
Añade los tomates troceados, picados y pelados (las pieles no son agradables en la salsa) o bien una lata de tomate crudo troceado, un pellizco de sal, pimienta, una cucharada de pimentón dulce y un poco de orégano o albahaca.
2. Cocina a fuego lento unos 15 minutos, y añade la carne picada. Mezcla bien para que la carne se disuelva bien en la salsa, y evitar que se haga grumos. Cocina unos minutos más, y añade la salsa de tomate frito.
Cocina unos diez minutos más, y ya está lista la salsa. Si te ha salido mucha cantidad puedes reservar la mitad para congelar y usar otro día. Para eso, hay que dejar que se enfrie y luego congelar.
3. Elige la pasta que más te guste, hiérvela y añádela a la salsa. Mezcla bien, y cocina todo junto 5 minutos más, para que coja temperatura. Deja reposar un rato antes de comer, para que la pasta absorba la salsa.
Se puede gratinar o servir y añadir queso rallado. Al peque le encanta rallar el queso!!