Súper Im-perfecta desmontando a Superwoman (por Chelo)

Publicado el 26 julio 2010 por Imperfectas

El Blog Soluciones de Mujer nos ha propuesto participar con ellos en una iniciativa llamada “Se busca: SuperWoman feliz”. De momento están trabajando en el proyecto y ya han lanzado un grupo en facebook que podéis seguir aquí: http://www.facebook.com/SolucionesdeMujer.
Os animo a colaborar con ellos; en septiembre harán un evento para dar a conocer a la ganadora así como los resultados del primer manual sobre la SuperWoman Feliz española.
Aquí va mi modesta aportación:
“Superwoman no existe en la vida real, igual que no existe Superman. Es imposible llegar a todo, es imposible hacerlo todo bien, es imposible gustarle a todos y a la vez gustarte a ti.
¿Superwoman es la mujer que deja sus aspiraciones profesionales aparcadas para ocuparse de su familia?. ¿Es la brillante ejecutiva que nunca se equivoca y siempre toma las decisiones adecuadas?. ¿Es la mujer que se mata por conciliar intentando llegar a todo y que cae muerta al final del día porque no le da la vida? Dudo que la respuesta a alguna las preguntas anteriores sea un sí o un no tajante. Tampoco creo en un término medio ideal y extrapolable a cualquiera en este aspecto. La vida son elecciones y las elecciones, nos guste o no, suelen basarse en prioridades. Las prioridades no son universales, como no lo es el concepto de ser feliz. Lo más cerca de ser súper mujeres que podemos estar es sentirnos lo más felices posibles, con lo que hacemos, con lo que tenemos, con quien nos rodea y a fin de cuentas, con quienes somos. Si nos sentimos bien ¿qué importancia tiene el adjetivo “súper”?.”


Yo por mi parte, puedo decir “sólo soy una persona” eso sí, bastante feliz:


PD: Mi definición se aplica sólo para aquellas mujeres cuyos recursos, con más o menos esfuerzos, están cubiertos. Por ejemplo, ser mujer en el tercer mundo, sobrevivir y sacar a tu familia adelante es MUCHO MÁS que ser SuperWoman (y esto aplica a los hombre también, claro). Cito el tercer mundo como ejemplo extremo, pero desgraciadamente, no hay que irse tan lejos.