Morgan Spurlock el conejillo de indias, director y guionista que en realidad es un cineasta americano independiente, narra los cambios físicos y mentales originados por la ingesta masiva de estos alimentos ricos en grasas y azúcares que tanto gustan. Además del ya evidente aumento de peso, existen otros problemas como la fatiga, cambios de humor, problemas coronarios y respiratorios, disfunciones sexuales o daños en el hígado entre otros. En el documental se realizan varias entrevistas a científicos, abogados y gente de a pie sobre el tema lo que nos ayuda a comprender el verdadero problema que es tener una población con sobrepeso. De hecho, la obesidad es la segunda muerte evitable del mundo, por detrás del tabaco. Estados Unidos es un país rico en cadenas de comida rápida (Burguer King, Taco Bell, Pizza Hut y muuuuchos más) ya que los beneficios que proporcionan son inmensos. Ya desde pequeños nos captan con regalos, zonas de juego, dibujos, vales descuento y un payaso que a mi particularmente me da mal rollo (como si fuera el de IT).
Una buena educación es fundamental, aunque claro, si los padres son los primeros en ir a este tipo de "restaurantes" poco futuro hay. En los comedores escolares también se da este problema. Los colegios contratan a empresas de catering ricas en alimentos procesados con grasas, muchas bolsas de patatas fritas, pizzas, cocacolas y demás refrescos. Será difícil encontrar en estos comedores algo de verduras o una simple ensalada. La mala alimentación es un problema generalizado, que da muchos beneficios a las grandes empresas y causa muchos problemas a los que la padecen. Al final todo se reduce al (putu) dinero.
En mi caso, cuando mi hermano y yo éramos pequeños recuerdo que comprábamos la comida en el MacDonalds y la comíamos en casa, pero una vez al mes o incluso menos (gracias padres por no hacer de nosotros unos consumidores compulsivos de la comida rápida). Ahora, al ser vegetariana, poco tengo que hacer yo en un MacDonalds, pero aún así, la última vez que estuve en uno fui a acompañar a una amiga con su hijo y claro, yo me cogí una cocacola (que es todo agua y nada de cocacola) y unas patatas. A partir de ahora, estáis todos de testigo, no pienso dar ni un céntimo de euro a esta empresa símbolo del capitalismo (junto a coca-cola) en mi vida.
Por cierto! Hay un artista que se llama Ron English, cuya obra se carateriza por tunear obras clásicas con los nuevos iconos de la sociedad. Está realmente interesante (la obra de arriba es suya).