La imagen reproduce la noticia aparecida en la última edición en papel de Escaparate. Desde luego, no es la primera vez que el Ayuntamiento de Ibi aparece mezclado con cuestiones de parapsicología. Recordaré que no hace mucho, con ocasión de un Consejo de Administración de "Radio Ibi Emisora de Frecuencia Modulada, S.L." (empresa municipal), todos los partidos políticos, por unanimidad, decidimos que se eliminasen de la programación radiofónica las intervenciones de un tal Andrés D'Ocon, pues todos los allí presentes consideramos que una radio pública de calidad no debía amparar ciertas "disciplinas" sin base científica alguna (más cercanas a la estafa que a otra cosa).
No se trata ahora de censurar a nadie. No se trata de coartar la libertad de las personas de asistir a los cursos que le de la gana. Cada uno es libre de leer los libros que desee, de creer en la palabra de quien quiera y de dedicar su tiempo y su dinero a lo que le venga en gana. De lo que se trata es de denunciar la inversión de dinero público en este tipo de disciplinas, pseudocientíficas, como ya hizo en una ocasión mi compañero Nico en su blog.
1) Desde un punto de vista de género: Entiendo que si el departamento de servicios sociales del Ayuntamiento organiza unas "Actividades PARA la mujer", éstas actividades tienen que contribuir a satisfacer una necesidad social, en este caso de las mujeres. Las demandas sociales que actualmente creo que sería necesario atender respecto a las mujeres tienen que ver con la desigualdad, el acceso al mundo laboral, la llamada "violencia de género" y, en general, cualquier otra forma de machismo, de modo que las actividades para mujeres que organizara el ayuntamiento tendrían que trabajar en este sentido. Sin embargo, asociar la futurología a unas actividades "para mujeres" no contribuye a ninguna de estas necesidades. Es más, consolida una imagen de la mujer propia de la edad media: la bruja. Esto significa que los servicios sociales del ayuntamiento son incapaces de cumplir su función, pues parten de un machismo atávico.
2) Desde un punto de vista social: Pero no se trata sólo de la imagen de la mujer que se traslada a la sociedad, sino que además el Ayuntamiento, al avalar y dar sustento a estas actividades, está legitimando la práctica de estas supersticiones que, lejos de ser beneficiosas para el pueblo, son sumamente perjudiciales, pues se aprovechan de la ignorancia, la inocencia y la ingenuidad. En este sentido los servicios sociales no son sólo enemigos de la imagen de una mujer moderna (trabajora, empresaria, científica, etc...), sino enemigos de los que más necesitan su ayuda, al colaborar con aquellos que tratan de estafarlos, cuando lo que deberían hacer es organizar actividades para prevenir que sean timados.