Reza para que un hombre volador te salve y acabarás muerto. Del creador de The Authority y Planetary llega la más demencial y aterradora historia de superhéroes que leerás jamás. La ciencia aborda el eterno anhelo humano de un dios protector. Mesías creados en laboratorios bajan del cielo para salvarnos. Pero… nadie se ha puesto a pensar en qué idea de la salvación tienen esos seres que, por definición, no son humanos.
“Black Summer iba sobre súper humanos demasiado humanos. No Hero iba de súper humanos inhumanos. Supergod va sobre súper humanos sin rastro de humanidad en su ser, algo completamente diferente a nosotros. Se podría decir que es la tercera entrega de una trilogía”.
128 páginas – Color. Formato: Rústica. 17×26 cm.
P.V.P.;15,00 €
Glénat pone a la venta este mismo mes, el recopilatorio de la miniserie Supergod, obra de Warren Ellis y publicada en USA por Avatar, con dibujo, excelente por cierto, de Garry Gastonny. Al igual que en Black Summer o Freak Angels, lo que tenemos es una vuelta de tuerca al género superheróico, donde la mera presencia de seres superpoderosos pueden desembocar en el apocalipsis y cambiar las reglas de un juego en el que, justamente por poseer habilidades superhumanas, esos nuevos seres aparecidos entre nosotros no dudarán en rehacerlas a su modo.
En el caso de Supergod, Ellis juega con la idea de la necesidad del ser humano de tener un “hermano mayor”, un dios que le guie y le indique el camino. Para ello, nada mejor que crearlos. Gracias al narrador de la miniserie, un científico al servicio del ejército inglés, Simon Reddin, que se encuentra en mitad de una desoladora postal de destrucción en la ciudad de Londres, conoceremos como esos seres fueron creados por un gran número de naciones, siempre con la intención de tener a su servicio a un Dios todopoderoso. ¿Por qué Reddin y no otro científico cualquiera?; La razón es que ese primer Dios, apareció en Inglaterra. Morrigan Lugus, así se llama esa primera deidad, aparece tras un viaje espacial y un encuentro de los astronautas con unas misteriosas esporas. A partir de ese instante, las naciones mas poderosas deciden poner en marcha, si no lo tenía ya, proyectos para la creación de esos nuevos Dioses entre los hombres. Así aparece Krishna en la India, con resultados inesperados. Desde la llegada de Krishna, todo parece precipitarse y se pone en marcha una escalada donde esos dioses dejan de escuchar a sus creadores y ponen en marcha trágicos e inesperados sucesos.
Si el creador de Planetary o Authority decide escribir una historia sobre Dioses en la tierra, se le aplaude y se le deja hacer. Con un aire al mito de Prometeo y por tanto a la novela de Frankenstein, el mensaje que nos quiere hacer llegar es que el hombre no puede crear dioses ni caer en la complaciencia de pensar que un ser superpoderoso puede hacernos la vida mas fácil. Si, no parece que tenga que ver con el mito o la novela, pero en definitiva lo que nos dice es que no se puede jugar a ser dioses. Lo hace con un guión muy plano y limitado, no tanto por la idea, si no por la ejecución. Demasiado profundo para lo que vemos, diría yo. No se llega a hacer aburrido, pero casi. Si no lo cierras antes de terminar es por el maravilloso dibujo de Garrie Gastonny, todo un descubrimiento. Muy claro, detallista y a la vez poco recargado. Todo un lujo para la miniserie.
Quizás sea el momento de que Ellis se plantee estar mas de cinco minutos pensando un guión. Aunque es cierto que consigue lo que muchos no lograrían ni en decenas de años, pero le pedimos mucho mas.
Valoración:5