Len Wein (1948, New York) debutó en DC en 1968. Dos años después comienza también a colaborar con Marvel de la mano de Roy Thomas, el protagonista de nuestro anterior post, junto al que escribió una historia para Daredevil #71.Wein es conocido fundamentalmente por la paternidad de dos personajes, La cosa del pantano (The House of Secrets #92, 1971, dibuja Berni Wrighton) y Wolverine. Pero también ideó a Stegron, el hombre-dinosaurio (Marvel team-up #19, 1974, con dibujos de Gil Kane), uno de los malotes a los que combate Spiderman. Se trata de un agente de S.H.I.E.L.D. que se inyecta ADN de dinosaurio procedente de un experimento secreto en la Tierra Salvaje (donde vive Kazar, ideado en 1965 por Stan Lee/Jack Kirby) y se transforma en una suerte de estegosaurio, con la capacidad de comandar a los dinosaurios de Tierra Salvaje y traerlos a NY City. Recientemente (Spider-Man and the X-Men #1-2, Diciembre 2014-Enero 2015, Elliot Kalan/ Marco Failla), Stegron ha colaborado en sus fechorías con Sauron, el hombre-pteranodon creado en 1969 por Roy Thomas. En este contexto, debe recordarse que Roy había publicado A gun for a dinosaur o Red nails en 1973, como vimos. De modo que pudo ejercer cierta influencia “dinosauriana” en la creatividad de Wein. Aún hay más ejemplos. 1974 resultará un año clave en la biografía de Wein. Si en marzo había creado a Stegron, en agosto Thomas abandona el puesto de editor jefe de Marvel y será Wein quien le sustituya (al igual que aquél, acabará regresando a DC). Poco después, en noviembre, envía a La cosa del pantano a un viaje a través del tiempo que incluye el cretácico (Swamp thing #12, portada de Néstor Redondo), aparte de idear junto al propio Thomas (que le hizo el encargo de crear a un héroe canadiese e impuso el nombre de Wolverine cuando aún era editor en jefe de la casa) a Lobezno en Incredible Hulk #181 (hizo una fugaz aparición en la última viñeta del número del mes anterior). En febrero de este 2015, Wein fue sometido a un triple by-pass. Desde aquí le deseamos una completa recuperación. CHARLIE CHARMER