Las vacaciones han estado fenomenal y el Chiquinini ha disfrutado un montón. Estaba feliz ( y con una mamitis de caballo…). Y hemos podido con él, porque estaba agotado de tanta arena, agua y demás, de modo que a partir del tercer o cuarto día empezó a dormir un poquito más y no madrugar tanto. Un lujo, teniendo en cuenta que el primer fin de semana tocó diana a las 6.30 y a las 7.00h. Algún día nos hemos levantado a las nueve! No me lo podía creer. Lo hemos pasado genial, hemos descansado y hasta he recuperado el peso que había perdido!!! Se me ha pasado volando, claro, como suele ocurrir con todo lo bueno.Demasiado breve.A la vuelta el Chiquinini se puso malo, con un fiebrón un poco preocupante. Así que ya hemos estado dos noches maldurmiendo y se nos ha ido el vacacioneo de golpe, así son los niños. Snif.Cuando nos da malas noches solemos turnarnos. Cuando me toca “turno de descanso” me pongo tapones porque si no , defecto de madre, aunque está su padre con él no puedo evitar estar pendiente, mea culpa. A veces incluso me voy a otra habitación y cierro la puerta. Pero es inútil. He desarrollado superpoderes y le oigo igual. Con tapones para los oidos y con la puerta cerrada, le oigo a veces antes que su padre.