Escrito por el Arqueologo Jesus Martin
Muchos de vosotros habréis intentado, al menos en vuestra más tierna infancia, hacer fuego mediante la fricción de dos palos. Si, ya sabes, eso de poner un palo en el suelo, otro en vertical y frotar con las manos realizando un movimiento rotatorio con el palo vertical intentando mediante la fricción crear fuego. Era decepcionante: nunca salía.
He de reconocer que es una técnica que no domino para nada. Pero hoy os voy a contar qué materiales necesitamos y cuales son los pasos a seguir para conseguir fuego mediante esta técnica. Y si no me creéis (que hareis bien) al final os voy a dejar un vídeo donde lo explican todo magníficamente bien.¿Te atreves a intentarlo?
¿Que necesitamos?
Parece evidente que lo primero que vamos a necesitar son dos palos. Bien, pero no vale cualquier madera. Cuanto más seca esté mejor. El palo que nos servirá de base debe ser lo más plano posible y el otro (el vástago o taladro) lo más recto y duro (puede ser de otra madera diferente).
También vamos a necesitar yesca o hierba muy seca que será lo primero que prenda cuando consiguamos el ascua durante la fricción.
¿Donde puedo encontrar yesca? Todos habréis visto esos juncos que crecen al borde de ríos y lagunas y que en su extremo tienen una espiga de color castaño. Pues dicho extremo es un material inmejorable para nuestra yesca. Aunque esté un poco mal decirlo, también podeis “robar” algún nido que veáis en las proximidades y que, por supuesto, no tenga ningún pajarillo ni huevo dentro y utilizarlo como yesca.
El palo base. Iniciamos los preparativos
Antes de nada tenéis que preparar lo que voy a denominar el palo base. Tendréis que hacerle un corte en “V” en un extremo y al mismo tiempo una pequeña oquedad que no lo atraviese en la superficie en la que vamos a trabajar, con el fin de que podamos asentar el palo “taladro” correctamente.
Preparandolo todo: La postura
Tenemos que buscar un sitio despejado, no muy húmedo si es a resguardo del viento mejor claro. Pondremos el palo base sobre el suelo y bajo la incisión en “V” el “nido” de yesca y hierba seca que hemos preparado.
Pisamos con fuerza el palo base (con nuestro pie o con otro palo que a su vez pisamos) y colocamos el palo “taladro” sobre la oquedad que le hemos practicado. Hasta aquí parece fácil…ahora toca sudar un poco.
Trabajando duro: el ejercicio ¿lo conseguiré?
Bien ahora toca el trabajo duro. Con la postura ya adoptada arrodillados, empezamos los movimientos de fricción de ambas manos sobre el palo “taladro” empezando desde arriba hacia abajo. Primero deberemos “calentar” la madera (5 movimientos de arriba a abajo). Una vez conseguido este punto tendremos que continuar pero presionando hacia abajo al mismo tiempo que vamos bajando las manos en movimiento.
Después de un rato (puede ser algo frustante, ya os lo aviso) veremos como empieza a salir humo. ¡Bien primera etapa conseguida! El serrín que se produce de la fricción de ambas maderas va saliendo por la abertura practicada en forma de “V” del palo base y poco a poco cayendo sobre el “nido” de yesca que hemos preparado.
Si llegado a este punto aun te queda algo de aliento, tendrás que acelerar el ritmo de fricción para conseguir la temperatura correcta con el fin de obtener una ascua y prender la yesca. Para rizar más el rizo éste es el momento más “delicado” donde nos jugamos el todo por el todo: debemos intentar que no se apague el ascua y que, además, prenda el nido de yesca.
Introducimos el ascua en el nido de yesca con cuidado y envolvemos de abajo a arriba. Una vez dentro soplamos con cuidado para poder avivar la llama y conseguir que prenda la yesca. En este punto saldrá mucho humo y, después de la sudada que nos hemos metido pues…¿qué queréis que os diga? No es lo más saludable andar tragando humo
Y cuando todo parece que no avanza, que sólo sacamos mucho humo, desesperados de tanto soplar… tachán, tenemos el fuego con nosotros. Y es un momento único.
¡Ya tenemos nuestro fuego!
El video donde lo explican mejor que yo
Aqui os dejo un video muy bueno donde lo explican todo el proceso muy muy bien…Vale si, dura 6 minutos pero de verdad que merece la pena verlo entero.