Supreme, más que una marca de ropa y accesorios representa para sus adeptos un estilo de vida.
En sus más de dos décadas de vida se ha posicionado como la favorita en su segmento, y todo pareciera perfecto excepto por un detalle, la marca no le pertenece a nadie.
El contexto de Supreme
James Jebbia es el creador de la marca en 1994, apasionado del skate intenta crear algo para los fanáticos de este deporte, y funciona.
Su primera tienda física se crea el mismo año que la marca, su ubicación: Calle Lafayette Nueva York.
Desde sus inicios ha marcado la pauta al tener un estilo transgresor que llama la atención y de alguna manera fideliza a sus consumidores logrando que se identifiquen con él.
Y como sucede con la mayoría de marcas que alcanzan ese nivel de fama, sus diseños son copiados y entregados al público a precios mucho más accesibles, con, en este caso, una diferencia abismal.
Cuando se copia un producto de Supreme realmente no se comete infracción a derechos de autor.
La razón: Supreme no es una marca registrada.
El registro de la marca Supreme
Chapter 4 es el nombre la compañía encargada de la producción de Supreme, y ha intentado en numerosas ocasiones registrar el ya icónico logotipo, aunque todas sus solicitudes han sido rechazadas.
En la Unión Europea, en Estados Unidos e incluso en Italia, el resultado siempre ha sido el mismo. Registro denegado.
En este proceso ha habido una curiosa excepción.
La empresa inglesa International Brand Firm Ltd. (IBF) ha registrado la marca Supreme Spain en más de 70 países alrededor del mundo.
¿Y cuál ha sido el problema para registrar la marca?
Una de las justificaciones más comunes por la que se ha negado su registro es la falta de un distintivo de la marca Supreme.
La palabra Supreme en sí misma se utiliza para indicar la calidad del producto.
Es como intentar registrar como marca las mejores playeras del mundo. Se utilizan palabras que se intentan asociar a las características del producto y por lo tanto no son susceptibles de registro.
La falta de un signo distintivo también es un problema.
Supreme utiliza la fuente Futura creada por Paul Renner entre 1927 y 1930. La letras se encuentran sobre una caja roja que no puede considerarse como distintivo.
La más famosa aunque no la primera
El estilo de Supreme es único aunque parece haber tenido inspiración.
A principios de 1970 Barbara Kruger trabajaba como diseñadora gráfica en Nueva York, y realizó diseños con la fuente Futura.
En 1981 debuta sus diseños con esa fuente tipográfica sobre una caja roja:
Poco más de una década después nace Supreme.
El futuro para el registro de la marca no parece prometedor, es sin embargo curioso como una marca tan bien posicionada y reconocida no le pertenece a nadie, al menos por ahora.
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