Suprimen la paga de navidad y el 60% de la de fiestas primaverales en Tussam

El gerente de Tussam ha convocado mañana a los representantes de las cuatro centrales sindicales firmantes del Plan de Viabilidad que se implantó en la empresa hace apenas unos meses y que supuso una rebaja salarial de 1090 euros/año de media por trabajador, cantidad que se incrementa de manera proporcional en función del salario de cada categoría laboral, y a pesar de que el sueldo llevaba congelado desde el año 2009.
Dicha medida, entre otras que completan el citado plan, fue aprobada en referéndum por los trabajadores con un porcentaje cercano al 80% de los votos emitidos en su día y los responsables políticos del Ayuntamiento de Sevilla lo acogieron con indisimulado alborozo y no dejaron de loar el gesto de responsabilidad de la plantilla. Todavía resuenan en el salón de actos de la empresa los aplausos de los trabajadores convocados en asamblea para que el gerente explicara el citado plan Ipad en ristre.
Es ahora, con la que se les viene encima, cuando se comprende bien tanto jubileo. Porque mañana, ya hoy dadas las horas que son, lo que Manuel Torreglosa les va a comunicar a los representantes de los trabajadores no va a ser precisamente la gratitud eterna de la corporación municipal por tan altivo gesto, no. Torreglosa les va poner sobre la mesa la interpretación que hace el consistorio del decreto de Rajoy que suprime la paga extra de Navidad a los funcionarios y empleados públicos.
Y dicha interpretación no es otra que, además de la consabida paga de pascuas, se les va a eliminar el 60% de la paga de fiestas primaverales y los denominados DCL, tiempos generados por los conductores durante su jornada programada diaria. Eso sí, se ha comprometido a hacerlo en cómodos plazos para intentar amortizar su dramatismo. La cosa se puede ir de media en torno a los 3.000 euros/año si incluimos el descuento ya efectuado a través del plan de viabilidad.
Ni los hermanos Dalton en sus mejores tiempos hubieran obtenido un botín tan sustancioso con menos esfuerzo. Y eso que juran que hacen la interpretación menos mala del decreto. Se deduce que la peor será tener que pagar por asistir a trabajar.