Sur de india: backwaters en allepey, día 13

Por Trotaburgos @trotaburgos

Hoy también nos toca madrugar. Ayer negociamos con un barquero para dar un paseo en sikkara por los backwater. El precio oficial en la oficina son 100Rs por persona y hora con un mínimo de 3 horas. Nosotros negociamos directamente con un barquero y conseguimos 2 horas los 6 por 800Rs.

Nos levantamos a las 6:15 horas. En teoría el barquero nos viene a buscar al hotel a las 7. A las 7:10 horas como no aparece vamos andando hacia el canal en el que estuvimos ayer. Los pocos tuc tucs que pasan están ocupados. Al poco aparece el barquero con su coche. Tamaño tuc tuc, es uno de esos coches sin carnet. En el nos metemos los 6 más él.

En 3 minutos llegamos al barquito. Nos montamos y le pagamos. El no viene, le da algo de dinero al que va a ser nuestro barquero.

El paisaje bonito, hay unos árboles con flores rojas que dan al lugar aún más encanto.

Navegamos a una velocidad lenta, casi no se oye el motor. Vemos mucho​ movimiento de sikaras y ketyuvallams (barcos más grandes donde se puede pernoctar).

KETYUVALLAMS:

Los Kettuvallams originales fueron utilizados para transportar toneladas de arroz y especias. Un Kettuvallam estándar puede transportar 30 toneladas desde Kuttanad al puerto de Kochi.

Los Kettuvallam se sostienen juntos por nudos de fibra de coco. Para su construcción no utilizan ni puntas ni tornillos. El barco está hecho con madera de Jack unidas con fibra de coco. Luego se recubre con una resina cáustica negra hecha a partir de granos de anacardo hervidos.

La gente nos saluda al pasar, es divertido. El paisaje si no fuera por la contaminación, sería de película. Disfrutamos, hacemos fotos, nos reímos.

A la hora en punto llegamos. Cogemos un tuc tuc, por 50 Rs, directos al hotel. Vamos a por nuestro desayuno europeo.

Tostadas con mantequilla y mermelada de piña, una especie de bolas de arroz y una especie de yogur con especias. Todo amenizado con cafés con leche y té.

Cogemos mochilas y a la furgo.

Sabeer nos lleva hasta la playa, nos bajamos a pasear. Está muy sucia, pero nos vamos a mojar los pies. Pasamos un rato divertido haciéndonos fotos y mojandonos bastante. Sabeer no nos deja subir a la furgo llenos de arena, así que tenemos que ir a los baños a lavarnos. Nos cobra 10 Rs a cada uno.

Ahora si, en marcha hacia Cochi. Son 2 horas y se nos hace corto.

Llegamos a Kochi, antigua Cochin y vamos en busca del hotel que reservamos ayer por booking, el Yahu's Inn.

Damos con él enseguida. Nos encanta. Súper limpio habitaciones pequeñas pero muy monas. Arriba tiene un salon para estar y cocina por si se quiere cocinar. Biju, que es como se llama el dueño, está super contento. Nos dice que el hotel lo acaba de abrir hace 40 días y somos el primer grupo que tiene y los primeros en hacer reserva a través de booking. Tuvimos dudas de reservar, pues no tenía comentarios y es muy muy barato. Nos ha costado 3300 Rs 3 habitaciones 2 noches. Al cambio 4€ persona noche. Ha sido todo un acierto, pues el dueño es super majo y desde el principio se desvive por nosotros. Altamente recomendable si vienes a Kochi. Aunque lógicamente irá incrementando el precio según vaya teniendo clientes. Lugar acogedor y muy bien situado, es pequeño, solo tiene 4 habitaciones, seguro que en un futuro cercano costará conseguir habitación.

Pensamos que estaría bien hacer para cenar esta noche unas tortillas de patata e invitar a Biju.

Una vez aseados e instalados nos vamos a comer y pasear por Cochin. Pero antes Ángela se marcha con Biju en su tuctuc a un local clandestino a comprar cervezas. Las guardamos en la nevera para cenar.

Miramos varios sitios y terminamos comiendo en el Tibet Kichen (frente a la Basílica de Santa Cruz). Tienen mucha variedad de platos a buen precio. Pedimos unos sopas y otros noodles fritos, para picar unos momos y unas alitas de pollo con salsa. Todo buenísimo. Nos cobran 1370 Rs.

Vemos cabras por las calles e incluso una pelea entre 2.

Después de comer, Ángela decide volver al hotel a descansar y los demás nos vamos a pasear e ir a ver las "redes de pesca chinas". Preciosas al atardecer.

REDES DE PESCA CHINAS:

Las redes de pesca chinas son instalaciones fijas en tierra, que utilizan una forma de pescar bastante inusual, con un sistema de elevación. Se trata de un enorme artefacto mecánico que aguanta a unas redes horizontales de unos 20 metros cuadrados.

Cada estructura tiene por lo menos 10 metros de alto. Comprende una barra volada con una red extendida sobre el mar y grandes piedras suspendidas en cuerdas para hacer de contrapesos en el otro extremo. Cada instalación está atendida por un equipo de hasta seis pescadores.

Hoy en día no pescan, hacen simplemente el paripe. El beneficio lo sacan de los turistas, te invitan a subir e incluso a bajar o subir las redes, claro está pagando. Cuando les dices que "no money", te ponen mala cara y van a por otros. Así que si decides subir ya sabes que vas a pasar por caja.

Paseamos viendo, observando, disfrutando, fotografiando.

Vemos una subasta de pescado, muy curioso. Llegan pequeñas barquitas y descargan los peces. Los pesan y echan hielo a paladas para conservarlos frescos. Mucha gente se arremolina para la compra.

Que bonito atardecer!!! Aunque la contaminación hace que el sol no tenga fuerza.

Hay muchos puestecitos de vendedores ambulantes intentando vender a los turistas. Nos hace gracia cuando tras preguntar de donde somos nos dicen "mira mira, Cachemira".

Hay pescadores reparando sus redes. Nos llama mucho la atención un contenedor de reciclaje de plástico, un una bola de hierro.

Vemos también la llegada de un pequeño ferry que cruza al otro lado del canal y llega abarrotado de gente, motos y algún coche.

Cris, Bea y yo nos volvemos al hotel para buscar a Ángela, Iñigo y Guada.

Despertamos a Ángela y nos vamos a comprar los ingredientes para la cena. Hoy toca tortilla de patata. Compramos tambien unas pechugas de pollo y una salsa picante de mango, parecida al chutney. Parece que todos se van acostumbrando al picante.

Nos ponemos manos a la obra. Cómo nos lo pasamos, ha sido un rato genial entre amigos. Biju y 2 chicos muy jovencitos que trabajan para él se unen a la cena. Parece que les gusta. Todo acompañado de unas ricas y fresquitas cervecitas y una botellita de vino blanco que cogimos en el avión.

Nos vamos a la cama, que nos lo hemos ganado.

Besos y abrazos según corresponda.