Sur de india: chidamparam, día 4

Por Trotaburgos @trotaburgos

Hoy ha tocado madrugón, hemos quedado con Sabeer a las 7:00 y a las 6:15 ya estábamos buscando sitio para desayunar por los alrededores de la guest house. Está todo cerrado, parece ser que aquí la gente no es tan madrugadora. Finalmente a pocos minutos de que llegaran a recogernos y justo al lado del alojamiento, un hombre se disponía a abrir su pequeña tetería. Hemos tomados nuestros cafés y tés con leche acompañados de unas galletas de chocolate españolas que trajimos para momentos de apuros.

Mientras observábamos a las mujeres de las viviendas de enfrente haciendo sus quehaceres diarios como barrer, ir a por agua a la fuente o pintar un mandala en la puerta de su casa. De fondo, en la tiendita se escuchaban mantras.

Hemos pasado varias horas en la furgoneta. Primer día de tráfico intenso con adelantamientos camicaces. Es una locura la manera de conducir que tienen, aparte de ser contraria a la nuestra en la posición del volante y de los carriles. Pitidos, luces, quita que paso... dos carriles y cuatro coches pasando al mismo tiempo, el tuc tuc que va más lento, la moto que se cuela entre medias con tres pasajeros, el de la bici que sale del cruce... Realmente parece un milagro que no lleguen a chocar. Vemos también unas salinas y gente trabajando en ellas

Parada en una gasolinera para repostar, el gasoil está a 59Rs/litro. Y poco después Sabeer vuelve a parar, coge una carpeta y se baja con ella a un puesto de control. No sabemos muy bien si para registrar nuestro paso o para pagar por cambio de provincia.

Sabeer nos ha parado para que viésemos el mercado de Cuddalore, al parecer es un mercado típico de la zona donde paran a muchos turistas. Hemos comprado algo de fruta para reponer fuerzas y sobrellevar el calor, hasta llegar a nuestro primer destino, Chidamparam donde hemos visitado un templo.

NATARAJA TEMPLE:

Fue construido por los chola en el siglo IX, para el culto a Shiva, que aparece representado en la famosa forma de bailarín cósmico.
Los monjes del templo son brahmis de la casta Dikshitar. Visten con una túnica blanca, llevan el pelo largo recogido con un moño y llevan la cara pintada.

La visita es gratuita pero para no variar, antes de entrar ya nos están poniendo pegas por ser extranjeros. Hay que entrar descalzos. Los lugareños pasan al interior con las sandalias en la mano y a nosotros nos piden que las dejemos a la entrada en un lugar en el que nos cobran por guardárnoslas. Finalmente hemos conseguido meterlas en las mochilas sin que se dieran cuenta.

El suelo no quema, abrasa!!! Nos ha costado llegar a escasos metros de la primera puerta de entrada. Después hemos avanzado un poco más donde unas generosas mujeres nos han echado agua en los pies para aliviarnos.

Cuando recuperamos un poco decidimos continuar, menos Cristina que decide volver a la entrada. Nos intentamos pegar lo mas posible al muro, pero no sirve de mucho. Ha sido un verdadero sufrimiento llegar a la parte trasera del templo. No entendemos porque no ponen una tarima o algo que haga que no haya que tener los pies desnudos directamente sobre las piedras, que alcanzan mucha temperatura.

Al entrar a la parte central y más sagrada del recinto, a Ángela la echan atrás por llevar pantalón corto. Los que quedamos continuamos. Nos dicen que está prohibido hacer fotos y que guardemos las cámaras. Guadalupe e Íñigo van una parte y ven el final de una ceremonia que les resulta muy llamativa. Beatriz y yo vamos por otro lado contemplando diferentes partes del templo hasta que llegamos donde están algunos brahmis preparando algo y al vernos nos llaman. Nos piden que escribamos en un libro nuestro nombre y nacionalidad, no nos fiamos, uno de ellos sigue insistiendo y me fijo que en otros que nos han precedido viene también una cantidad de dinero, nada pequeña ademas. Le pregunto que que significaba eso me dice que es un donativo, le decimos que no. Entonces es cuando se mosquean y nos echan de ahí. Con esta gente siempre pasa lo mismo, mientras sueltas pasta eres guai y en cuanto les das una negativa ya no quieren ni verte.

Nos encontramos con Guadalupe e Íñigo, que nos cuentan lo que han visto. Terminamos de visitar lo que queda juntos y salimos. En todo el interior los pies no sufren, ahora queda volver hasta la puerta y atravesar el patio hirviendo.

Cuando llegamos donde Cristina, nos dice que no sabe nada de Ángela. Nos parece raro y con unas bolsas de plástico que me da Cristina para intentar amortiguar un poco el calor, me voy a buscar a Ángela. Rodeo todo el templo con los pies muy mal. Las bolsas poco me hacen. No la veo y cuando estoy a punto de regresar donde el resto, de repente oigo mi nombre. Al darme la vuelta veo a Ángela y juntos vamos donde el resto. Lo que la ha pasado es que se confundió de puerta, hay 4 en cada punto cardinal y todo es parecido.

Al finalizar la visita del templo, un día más hemos estado fotografiándonos con un montón de gente que nos lo pedía. Mira aquí, mira allá, ahora conmigo, con mi mujer también, con el niño... Somos toda una atracción para ellos. Han sido muy agradables con nosotros.

Regresamos a la furgoneta con Sabeer para decir donde vamos a comer y considerando la hora optamos por hacerlo a escasos metros de donde teníamos estacionado el vehículo. En lugar se llama Richy Rich Restaurant. Restaurante vegetariano, está muy limpio y tiene aire acondicionado. Tras mirar la carta pedimos unas ricas y crujientes hamburguesas vegetales con queso por 60 Rs cada una, y unos lasis de plátano y otros de mango por 40 Rs. Realmente hemos salido muy contentos del establecimiento, estaba todo buenísimo.

De allí nos hemos ido a Gangaikonda Cholapuram a ver el templo de Brihadishvara. Pero antes de llegar nos ha parado Sabeer en un colegio de un pueblecito muy pequeñito llamado Keerapalayam. Bajo primero Sabeer para pedir permiso a la directora y no pusieron ningún problema, es más estuvieron encantados de recibirnos. Lo único que revolucionamos una clase. Se lo entregamos directamente a unas profesoras, ya que no tenemos para todos los niños y ellas son las que mejor conocen las necesidades de los peques. Es colegio de infantil y guardería. Las clases son muy básicas y hay unas cuantas. Nos parece ver muchos peques en las diferentes clases. Nosotros solo revolucionamos una clase.

Los niños nos miran como si fuéramos un poco extraterrestres, aunque poco a poco se van soltando un poco. Nos mezclamos con ellos, hacemos unas fotos y como el jaleo va en aumento, decidimos marcharnos porque la profe se estaba poniendo un poco nerviosa.

TEMPLO DE BRIHADISHVARA:

Hemos llegado algo pronto ya que abren de nuevo a las 16:00 horas así que hemos aprovechado para hablar con un par de hombres con los que hemos coincidido en el aparcamiento y comprar un poco de agua.

Este templo fue mandado construir por el Rey Chola Rajendra. Está dedicado a Shiva y en la entrada hay un gran Nandi esculpido (Toro sagrado de Shiva). Es un enorme templo que tiene más de 1.000 años de antigüedad.

Hay mucho jardín a su alrededor lo que le hace diferente al resto. En el interior hemos podido presenciar una ceremonia oficiada por un sacerdote junto al lingam. Primero ha encendido una vela de una bandeja de plata que además contenía flores y un recipiente con un polvo blanco que es la ceniza sagrada o Vibhuti en sáncrito. Esta se prepara quemando excremento de vaca junto con otros ingredientes preciados. Entre ellos la leche, la miel y el ghi, que es la manteca clarificada, muy común en la cocina india.

Y para finalizar la visita hemos estado disfrutando del césped y del buen tiempo haciendo unas fotillos de saltos.

Volvemos a la furgoneta y nos dirigimos a Kumbakonam, donde pasaremos la noche. Es una ciudad grande y podemos apreciar aún más el caos de India. Letreros luminosos, grandes negocios, mucho más tráfico, más ruido... Un ambiente asiático más parecido al de china. Empieza nuestra típica lucha por buscar alojamiento. Todo un reto cada día. Primer alojamiento, Green Park Hotel, nos marean con las habitaciones, nos dan un precio, otro... Y al final después de aceptar, nos quieren meter 700 Rs más de tasas... Esto es agotador. Decidimos marcharnos y probar suerte en otro lugar.

En la calle de al lado encontramos el Hotel Royal Mayurraa. espués de ver habitaciones dobles, triples y una para los 6 nos dan precio en recepción. No parece que nos tengan mucha estima, quieren engañarnos a toda costa. Nos dicen que no tiene wifi, cuando decidimos irnos, dicen que si, después que sólo para dos dispositivos por seguridad, que si 300 Rs... Hemos conseguido finalmente que nos lo den gratis para todos, como en el resto de alojamientos, pero a base de sudor y esfuerzo porque ellos intentan colartela de cualquier manera. Al final nos sale la noche por 2.750 Rs todos.

Hoy dormimos en plan comuna jajaja, los 6 en la misma habitación. Es muy amplia y está muy limpia, también tenemos doble aire acondicionado. Tres camas individuales una doble y un colchón que nos añaden. Así de equipada está hoy nuestra habitación para pernoctar.

Salimos a dar un paseo por los alrededores y a buscar un sitio para cenar. La ciudad como decía, no tiene nada que ver con las anteriores. Apenas vemos sitios para cenar en lo que parece la calle principal, la mayoría son negocios de ropa y joyería. Finalmente nos llama la atención un pequeño restaurante con pollos asados en la puerta que se llama Habibi Restaurant. Tras mirar la carta y comprobar que tenían unos precios razonables, decidimos quedarnos. Pedimos un plato de Crispy Chicken (120 Rs, trocitos de pollo frito con un marinado rojo), un plato de Chicken Dopiaza (130 Rs, pollo guisado con una salsa un poco picante que está buenísima), un plato de Mushroom Masala (130 Rs, champiñones en salsa algo picante que también nos gusta), un plato de noodles con huevo (110 Rs) y un Naan Garlic (50 Rs, un pan grande de ajo, muy rico). Con 3 botellas de agua, pagamos por todo 615 Rs.

Regresamos al alojamiento para ducharnos y descansar.

PD: Las conexiones están siendo muy malas o nulas, así que está siendo difícil las publicaciones del blog. Paciencia, que esto es India.

Besos y abrazos según corresponda.