Hoy no tenemos prisa y es el ecuador del recorrido por el sur. El plan para hoy es visitar el Templo Meenakshi Amman y disfrutar paseando por las calles de Madurai.
Nos hemos levantado a las 8:00 horas y a las 9:00 horas nos vamos a buscar un sitio para desayunar.
Anoche vimos una English Bakery que tenía buena pinta. (Está en la avenida de la estación de tren unos 100 metros a la derecha, en un cruce justo antes de una iglesia) Y no nos falló la intuición. Hemos desayunado genial, te helado, Iñigo y los demás café con leche, además sandwiches unos de pollo y otros de huevo. Todo buenísimo, además de limpio. Ah, y 4 litros de agua. Hemos pagado por todo 730 Rs.
Hoy vamos a llegar a los 44°, es como estar dentro de una sauna. Salimos y vamos directos al templo.
TEMPLO MEENAKSHI AMMAN:
Es un templo ubicado en la orilla sur del río Vaigai, que es el río que atraviesa Madurai. Está dedicado a la diosa Parvati, también conocida como Meenakshi y a su marido Shiva. Aunque está edificado sobre construcciones anteriores, la estructura actual del templo data del periodo 1623-1655. Tiene más de 33 000 estatuas. Es uno de los símbolos mas importantes para el pueblo tamil.
Al llegar nos encontramos con el chico que nos ayudó ayer, el monje budista, masajista y además profesor de yoga.
Algunos llevamos pantalón corto y nos dice que no se puede entrar con las piernas descubiertas, ni con tirantes, ni con calcetines en los pies. Que él nos lleva a una tienda donde nos dejan unos pareos y que también podemos dejar las mochilas, las cámaras y las chanclas allí.
En este templo solo dejan pasar el móvil, ya que pusieron un bomba hace unos años dentro de una cámara de fotos.
Dejamos todo y nos vamos hacia el templo.
Se entra por la puerta oeste y es gratuita la entrada. Está cerrado de 12:00 a 16:00 horas.
Entramos y los controles de seguridad son exhaustivos. Por un lado las mujeres y por otra los hombres. Nos cachean y pasamos. Este templo es realmente impresionante. No tenemos q pasar por muchos sitios con sol, por lo que hoy no nos abrasamos los pies.
Al poco de entrar un hombre nos dice que tenemos que sacar ticket, 50Rs por persona. Nos hacemos los locos y nadie más vuelve a decirnos nada.
Las zonas sagradas solo pueden entrar hindúes. Hay tanta gente que se forman grandes colas para acceder a estos lugares y rendir culto a Parvati y a Shiva.
Se respira la devoción de la gente y es que es uno de los templos de mayor importancia.
Lo recorremos despacio y observando, pues todo te llama la atención. Una pena no haber podido entrar con la cámara. Así que las fotos de esta parte son con el móvil.
Cuando salimos volvemos a la tienda a por nuestras cosas. Intentan vendernos algo, lo que casi consiguen, y subimos hasta la terraza que tiene buenas vistas.
Al bajar continuamos dando la vuelta al templo, entrando en algunas tiendas. Es una ciudad donde predominan los sastres. En un par de horas te pueden hacer una camisa o un pantalón a medida, después de haber elegido la tela.
Se hace la hora de comer, pero no tenemos hambre ninguno. Y como unos quieren ir de paseo y otros al hotel a seguir escribiendo estas líneas, nos separamos.
Nosotros camino del hotel, encontramos un puesto de lassis auténtico y nos tomamos uno cada uno 30 Rs. Mmmmmmm, riquísimo, q bien entra.
Yo aprovecho para escribir un rato. Y como siempre ingeniandoselas uno para poder escribir y tener conexión. Esta vez toca en un pasillo del hotel.
Quedamos todos de nuevo a las 20:00 horas para ir a cenar. Antes hacemos una transferencia como segundo pago del alquiler del coche.
Volvemos al mismo lugar donde hemos desayunado ya que tienen muchas cosas y bien de precio. La gente y el lugar muy agradable.
Antes de llegar, Beatriz empieza a vocear e insultar a alguien. Al preguntarle que la pasa, nos dice que uno que acaba de pasar la ha sobado el culo. Me voy hacia él y al acercarme saca un gancho de hierro y me amenaza con él. Tras unos insultos hacia él no seguimos por si acaso.
Cenamos platos combinados, unos de hamburguesas vegetales (120Rs) y otros de hamburguesas de pollo (150Rs) con patatas fritas y cocacola. Pagamos en total 870€.
Cuando estábamos acabando, de repente, Cristina siente un ruido de algo que golpea al lado suyo. A los pocos segundos Beatriz con un pequeño grito levanta las piernas e inconscientemente los demás hacemos lo mismo. Un pequeño ratoncito pasa por debajo nuestro y nosotros parece que con las piernas le hemos hecho la ola.
Pagamos y de camino al hotel pasamos por la estación de trenes, que siempre suele ser un lugar con mucha actividad.
A mi personal me sorprende gratamente y es que poco tiene que ver con mis recuerdos de anteriores viajes por India. Lo veo todo mucho más limpio, más moderno y ordenado.
Con las mismas al hotel a descansar.
Besos y abrazos según corresponda.