Susan hayward (1917-1975)

Publicado el 03 diciembre 2014 por Sergio @Nadamasquecine

Le tenía muchas ganas a este post porque Susan Hayward para mí es una de las mejores actrices del Hollywood clásico, y creo que la crítica y el público nunca la venero y alabo tanto como a otras actrices con mucho menos talento que ella.
Una pelirroja muy ardiente, que era torbellino cada vez que la veíamos en pantalla con su sensual voz ronca y rota por sus dos paquetes de cigarrillos que fumaba al día, y siempre la recordaremos por interpretar mujeres de fuerte carácter y energía, que incendiaba la pantalla cada vez que salía. 
Susan Hayward era una fumadora empedernida
Susan Hayward cuyo nombre real era Edythe Marrenner, nació en Brooklyn (Nueva York) en 1917, siendo hija de padre de origen franco-irlandés y de madre de origen sueco. Ella siempre comentó que sus humildes orígenes y los apuros económicos de sus primeros años serían señalados por ella misma como el fuego donde se coció su empuje vital. 
 Susan Hayward fue una joven muy hermosa
Se graduó posteriormente en cursos de comercio y contabilidad con la intención de trabajar como secretaria, pero comenzó su carrera como modelo fotográfica. Fue una espectacular modelo, y eso a pesar de su escasa estatura (medía apenas 1,61 metros). 





Susan Hayward una modelo muy hermosa y sensual 
Con apenas 20 años se mudó a Hollywood, llegando a conseguir una prueba para el papel de Scarlett O'Hara en la película “Lo que el viento se llevó”. Su nombre artístico Susan Hayward fue elegido por su representante porque "sonaba semejante" al de Rita Hayworth y la sonoridad le dotaba de una cierta asociación. A pesar de no haber sido elegida para encarnar el papel femenino principal, su prueba gustó a los cazatalentos y se la llamó para firmar un contrato como figurante. En 1936 hizo una breve aparición con el nombre de Edythe Marrener en el cortometraje “Pictorial Short”.
 Susan Hayward realizó una prueba para "Lo que el viento se llevó"
Durante los dos años siguientes, Susan Hayward apareció en papeles minúsculos en una serie de películas para la Warner, pequeños papeles con pocas líneas de guión como: “Hollywood Hotel” (1937), “Comet Over Broadway” (1938), Cinderella (1938) y “Las hermanas” (1938), donde la veíamos como una activa encargada de la centralita telefónica. 
Una imagen de Susan Hayward en sus inicios en el cine 
En 1939 consigue su primer papel importante en la película “Beau Geste” de Willian Wellman, al lado de Gary Cooper como aventurera que acababa en brazos de Ray Milland.
En 1941 se mudó a la productora Columbia donde hizo películas con actuaciones cada vez más relevantes, dos papeles de gran intensidad dramática como fueron: “Los cuatro hijos de Adán” (1941) de Gregory Ratoff, midiéndose nada menos que con la poderosa personalidad de Ingrid Bergman y “Adorable intrusa” (1941) de Joseph Santley.
 Susan Hayward en su primer papel importante en el cine (“Beau Geste”)
Durante la 2ª Guerra Mundial, interpretó dos papeles femeninos estelares al lado del gran John Wayne en las espectaculares “Piratas del Mar Caribe” (1942) de Cecil B. DeMille y “Batallón de construcción” (1944) de Edward Ludwig, un cine bélico muy interesante sobre los batallones que construían las infraestructuras del ejercito, antes de que ellos llegaran para realizar sus misiones. Las líneas de Hollywood se llenaban, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, con el nombre de Susan Hayward, por otro lado, las columnas de cotilleo hablaban de su tormentoso matrimonio con Jess Barker, actor de serie B y padre de sus dos hijos gemelos. 
Susan Hayward junto a John Wayne
Su divorcio acabó en un intento de suicidio por parte de ella. Detrás de las cámaras, era una mujer tradicional, republicana, con muy pocos amigos, muy profesional y mujer fría como el hielo. Su segundo marido fue Floyd Eaton Calkley, con quien contrajo matrimonio en 1957 y del que quedó viuda en el año 1966. 


 Susan Hayward con sus dos gemelos Susan Hayward participó activamente durante la guerra en películas propagandísticas; no sólo en documentales, en los que prestó su voz, sino también en las espectaculares revistas musicales que hacían los estudios para animar a las tropas.

 Participó en numerosas revistas para animar a las tropas durante la guerra 
Los años 40 fueron los de su consolidación en Hollywood, una década gloriosa donde realizó un puñado de buenas películas como fueron: "Me casé con una bruja" (1942), con Veronica Lake y Fredric March, "Juventud ambiciosa" (1943), en donde compartió piso con William Holden, un western que me fascina como "Tierra generosa" (1946) con Dana Andrews, antes de alcanzar el estrellato por su retrato de una mujer alcohólica en "Una Mujer Destruida" (1947), actuación por la que fue nominada al Oscar por primera vez en su carrera. A continuación participó en las interesantes "No me creerán" (1947) de Irvin Pichel, "Viviendo del pasado" (1947) de Henry James, "Odio Entre Hermanos" (1949) de Joseph L. Mankiewicz, “Tulsa, ciudad de lucha”(1949) de Stuart Heisler, "Mi loco corazón" (1949), un film dirigido por Mark Robson por el que volvió a ser nominada al premio Oscar y donde se interpretaba a sí misma.
 "Mi loco corazón"
 "Una mujer destruida"
La primera nominación a los óscar la consiguió por el impresionante papel de la película “Una mujer destruida” (1947) de Stuart Heisler, Hayward daba vida a una alcohólica casada con un famoso letrista de canciones. Fue una de sus actuaciones más celebradas, y hasta el mismísimo Walter Wagner se proclamaba orgulloso de su "Bette Davis pelirroja", a la que proporcionó la oportunidad de tomarse una cierta revancha otorgándole un personaje próximo al de Scarlett O'Hara en “Raíces de pasión” (1948) de George Marshall.
 Susan Hayward interpretó como nadie a mujeres destruídas
Película a película su fama iba creciendo, quizás porque nadie fumaba, bebía, cabalgaba y empuñaba un arma como ella en pantalla grande.



 Susan Hayward toda una mujer 
La fuerte personalidad de Susan Hayward incitaba y estimulaba a que los directores la eligiesen para papeles de heroína en ambientes de hombres, fue la actriz fetiche de un realizador exigente como Henry Hathaway que la dirigió hasta en cuatro ocasiones en las estupendas: los fantásticos westerns “El correo del infierno” (1951) con Tyrone Power y “El jardín del diablo” (1954), con los cowboys por excelencia Richard Widmark y Gary Cooper. Siempre la recordaré entrando en la cantina donde nuestros héroes están tomando una copa con su pistola en la cartuchera y seduciéndolos a todos.
"Esta mujer ha sido moldeada en un bloque de arcilla"
En “La hechizera blanca” (1953), la estrella viajaba hasta el corazón de África con Robert Mitchum (con quien ya se había emparejado anteriormente en otra película fantástica como “Hombres errantes” (1952) de Nicholas Ray). Y para concluir su colaboración con Susan, en “La mujer obsesionada” (1959), Hathaway la llevó tan al límite que le provocó hasta un aborto.
 Henry Hathaway junto a Susan Hayward y su marido
Tuvo el privilegio de trabajar con los mayores galanes y estrellas del Hollywood clásico, y todos ellos se rindieron a sus pies. Trabajó con: John Wayne, Robert Mitchum, Gary Cooper, Clark Gable, Tyrone Power, Gregory Peck, Edward G. Robinson, Dana Andrews, Alan Ladd, Charlton Heston, Victor Mature, Jeff Chandler y William Holden.
 Susan Hayward una mujer indomable 
En 1958 interpretó el mejor papel de su vida en la maravillosa “¡Quiero vivir!” de Robert Wise, donde interpretaba a una antigua prostituta condenada a pena de muerte, una obra maestra por derecho propio, que se ha convertido en la película que mejor ha reflejado el sufrimiento, la desesperación y agonía de un condenado a muerte, por la cual al fin conseguiría el Oscar a la mejor actriz después de haber sido nominada hasta en cuatro ocasiones por: “Una mujer destruida” (1947) de Stuart Heisler, “Mi loco corazón” (1949) de Mark Robson, “Con una canción en mi corazón” (1952) de Walter Lang, y “Mañana lloraré” (1955) de Daniel Mann.

 Susan Hayward ganó su óscar por la película “¡Quiero vivir!”
"Posee las dos cualidades más deseadas en cualquier actriz: es bella y sabe actuar" Darryl F. Zanuck. 
Susan Hayward recoge el Óscar a la mejor actriz
Susan Hayward con David Niven el ganador de ese año
Como hizo todo tipo de papeles y géneros también fue la heroína de epopeyas bíblicas como: “David y Betsabé” (1951) de Henry King y “Demetrius y los gladiadores” (1954) de Delmer Daves. 
 Susan Hayward también cantaba y bailaba
En 1956 participó en la película maldita “El conquistador de Mongolia” (1956), rodaje realizado en las proximidades de St. George, en el desierto de Utah. Durante 13 semanas de filmación en el verano del 55, el reparto y el equipo fílmico fueron probablemente contaminados con polvo radiactivo residual debido a pruebas nucleares realizadas en la zona. De hecho, los principales actores del film y su director murieron la década siguiente de diferentes tipos de cáncer: Agnes Moorehead, John Hoyt, Dick Powell, John Wayne, Pedro Armendáriz y la propia Susan Hayward. 
 El conquistador de Mongolia una película maldita
Como despedida del cine escogió un western memorable muy poco conocido llamado “Los vengadores” (1972) de Daniel Mann, una libre versión de “El doce del patíbulo” en el salvaje oeste, compartiendo reparto con William Holden, precisamente el actor que había sido su galán 30 años antes en “Juventud ambiciosa” de Edward H. Griffith. 
En sus memorias dejó está frase que definió su carrera: 
"Nunca me he pensado estrella de cine, sólo una chica trabajadora que llegó hasta lo más alto y nunca cayó". 
 Tributo a Susan Hayward
En 1972 ya muy enferma de cáncer, decidió ir a la entrega de los Óscar a pesar de que los médicos le recomendaran que no fuera, y como una de sus heroínas de las películas, se puso una peluca, se pintó las cejas y allí apareció en el escenario, del brazo de Charlton Heston, para leer el sobre a la mejor actriz. 
 Su última aparación pública
Susan Hayward murió a la edad de 57 años en marzo de 1975. Fue enterrada cerca de su segundo y último esposo, Eaton Chalkley. 
Susan Hayward se la puede considerar una estrella con letras mayúsculas, para mí una de las más grandes. 
Fue toda una cowgirl, participó en grandes westerns.
1. Tierra generosa (1946) de Jacques Tourneur
2. El correo del infierno (1951) de Henry Hathaway 

3. Hombres errantes (1952) de Nicholas Ray
 
4. El jardín del diablo (1954) de Henry Hathaway 

5. El desfiladero de la muerte (1959) de Russel Rouse

6. Los vengadores (1972) de Daniel Mann