Es que a mí lo de la Señora Díaz hace tiempo que me cansó. Que me presento, que no, que estoy bien en Andalucía, que para qué al ruedo nacional, deja, deja… Y ahora parece que ya es la definitiva…
Ha dejado trenes pasar, pero cuando ve que con otro parece que puede ir por la vía buena, le entra congoja, y se apunta a un bombardeo.
Susana Díaz, al humilde entender de este vecino del mundo, no deja de encarnar la figura materna que está ahí, vigilante, con la zapatilla preparada para darnos en las manos si la opción que elegimos no es la buena, es decir, la suya. O incluso, esa vecina, que este bloguero tiene, y la mayoría de vosotros también, que cuando salís al descansillo, os convertís en participantes de su particular “Gran Hermano”, porque sabéis que desde la mirilla de enfrente te está observando alguien que además, sabe lo que piensas.
Levantarse, todavía como víctimas del cambio horario, y encontrarse en los kioscos, con la Señora Díaz como en una especie de día de la marmota, pues no debe de ser muy higiénico mentalmente.
Por cierto, para los muy listos/listas, que los hay, y que crean ver en lo que acaba de decir este “vecino del mundo” cierto machismo, que conste que lo dicho, el cansancio que me produce, no es por ser mujer, sino el papel que hace tiempo asumió. Eso de voy pero no voy, un "moonwalking" que para sí lo hubiera querido el mismísimo Michael Jackson; no me interesa pero me interesa, Sánchez está bien, pero no.
Dice el chiste, “o semos o no semos, pero somos”. Y está claro que aquellos inolvidables payasos de la tele, fueron una especie de profetas cuando crearon “Susanita tiene un ratón”, que…Duerme cerca del radiador Con la almohada en los pies Y sueña que es un gran campeón Jugando al ajedrez…
Como se descuide Pedro, nuestro ratón, Susana le va a subir la temperatura al radiador, y …fue un accidente, y a mí que me registren.
*FOTO: DE LA RED