¿Heroísmo o delirio? Esa es la pregunta que ni Henry James ni Jack Clayton (el director de la película) se molestarán en contestar. Ese es el silencio en que reside toda la fuerza del film y que el beso final del film se encargará de ensombrecer aún más.
¿Heroísmo o delirio? Esa es la pregunta que ni Henry James ni Jack Clayton (el director de la película) se molestarán en contestar. Ese es el silencio en que reside toda la fuerza del film y que el beso final del film se encargará de ensombrecer aún más.