Suspenso a Ana Pastor

Publicado el 16 mayo 2011 por Alejandropumarino

Ana Pastor, directora de los desayunos de TVE, entró a polemizar en su programa con una política popular, asumiendo una función por encima de su competencia, que no es otra diferente a la moderación que exige el debate entre contertulios de ideas diferentes.

La Sra. Cospedal tenía frente a sí a una periodista de ideología distinta a la suya que, dicho sea desde la tranquilidad proporcionada por el tiempo discurrido, se excede claramente en sus competencias, adoptando el lugar de un rival político en vez de un profesional del periodismo dispuesto a sacar lo bueno y lo malo de las declaraciones del entrevistado. Además, y como acertadamente indica Dª Dolores, la Sra. Pastor no puede hablar ni en nombre de los trabajadores del ente, ni de su política o programación, porque ambas cosas también se sitúan por encima del techo de su competencia, mientras la Sra. Cospedal sí que representa a una formación política con posibilidades de gobierno y defiende una línea ideológica clara e institucional.

Por otro lado, decir que esta televisión está menos politizada que la ofrecida en tiempos de D. José María Aznar, es ridículo. Las series de producción nacional como Cuéntame o La República, son un ejemplo de tergiversación histórica con una clara tendencia a discernir entre buenos y malos, durante una época turbia de nuestra historia más reciente, en la que cada uno tiene mucho que callar y de lo que arrepentirse. Pero más allá llega cuando afirma que es ahora cuando se vive la libertad, siendo precisamente la periodista un ejemplo de demagogia al entrar en un debate que no era suyo. Predicar la libertad es algo saludable, sobre todo si es la mía; el respeto a las ideas es posible, pero siempre que sean políticamente correctas, ejercicio al que nos tiene acostumbrados la demagogia del partido en el poder desde hace casi ocho años, y esto ha sido otro ejemplo de ello.