Tierra gloriosa de mi querer,
tierra bendita de perfume y pasión:
España, en toda flor a tus pies
suspira un corazón.
Toda la banda, ya en formación delante de la puerta de Ayuntamiento, esperan atentos la señal de su director, los cuatro maceros están en línea, avanzan deslumbrados por el sol, suenan los compases del himno nacional. El equipo de gobierno cruza la puerta precedido por la concejala más joven que hace las veces de abanderada municipal. Alcaldesa, Tenientes de Alcaldesa, Junta de Gobierno avanzan sobre el tomillo camino de la catedral entre columnas y ángeles de cartón piedra. Inician la subida de la rampa hasta llegar a su puerta principal. Mientras, cuatro mantillas se dirigen al templo desde la calle Cobos, rompiendo el silencio de la mañana con el impacto de sus tacones con el empedrado.
Resto del artículo en Diario Progresista de Andalucía