Entre la niebla del tiempo susurra un recuerdo persistente, que en medio del estruendo cotidiano se abre paso a empellones en medio de una multitud de olvidos; Olvidos que destilan una falsa resignación… impuesta a medias. Una mano se extiende y toma con fuerza, el grito, ¡la impotencia latente que inunda el cielo de parvadas de aves silenciosas… honrando la ausencia de las flores en una procesión sin rumbo! ¿Cuántas semillas abraza la tierra en su silencio? Nadie lo sabe… Tan solo el viento que jamás se guarda un secreto, ¡y se lo cuenta a las nubes y se lo cuenta a las montañas,a los árboles y a cielo! Donde todo queda plasmado, donde todo queda guardado,donde nada, se olvida…
Entre la niebla del tiempo susurra un recuerdo persistente, que en medio del estruendo cotidiano se abre paso a empellones en medio de una multitud de olvidos; Olvidos que destilan una falsa resignación… impuesta a medias. Una mano se extiende y toma con fuerza, el grito, ¡la impotencia latente que inunda el cielo de parvadas de aves silenciosas… honrando la ausencia de las flores en una procesión sin rumbo! ¿Cuántas semillas abraza la tierra en su silencio? Nadie lo sabe… Tan solo el viento que jamás se guarda un secreto, ¡y se lo cuenta a las nubes y se lo cuenta a las montañas,a los árboles y a cielo! Donde todo queda plasmado, donde todo queda guardado,donde nada, se olvida…