Susurros, de A. G. Howard

Por Almaconarte

SINOPSIS El País de las Maravillas existe.
A Alyssa Gardner las flores y los insectos le hablan. Teme que su destino sea acabar en un psiquiátrico, como su madre, pues una vena de locura recorre su familia desde tiempos de su antepasada Alicia, la niña que inspiró el País de las Maravillas de Lewis Carroll.
Pero ¿y si los susurros de las flores no son alucinaciones? ¿Y si el País de las Maravillas existe y la está llamando?
Alyssa descenderá por la madriguera del conejo hacia un mundo mágico, pero también despiadado. Durante su increíble aventura, tendrá que decidir en quién confiar: en Jeb, su mejor amigo, por el que siempre se ha sentido atraída, o en el fascinante y seductor Morfeo, su guía en el País de las Maravillas y con el que lleva soñando desde que era niña.

Enfado casi infinito

A veces (hoy) toca empezar por lo que me quita el sueño que, en Susurros, han sido dos cosas.
Primera: erratas. Fallos en la traducción, guiones de diálogos invisibles y alguna que otra letra que se fue en el teclado. A mí, personalmente, me incomodan bastante. Por suerte son bastante aislados (creo que, en total, me tropecé con ellos cinco veces). Pero te rompen, te sacan de la ficción y te obligan a releer. Espero que Oz revise mejor sus textos de ahora en adelante. Como editorial joven estoy segura de que lo hará.
Segunda: Ali. Me cuesta mucho aceptar sus cambios de personalidad. En los primeros capítulos se muestra como una chica lista y emprendedora, de esas que hacen frente y buscan soluciones a los conflictos. Por desgracia una vez en El país de las maravillas todo cambia: se deja llevar. Las situaciones hacen de ella lo que quieren hasta tal punto que en la batalla final no toma parte activa. Incluso a unos capítulos del final su inteligencia brilla y vuelve a desaparecer. Y esto, señores, me repatea.
Sólo he podido apenarme por una Alyssa, que podía haber dado más de sí de seguir la tónica inicial. De hecho incluso he pasado por no creerme parte de un capítulo (del 21, para ser más exactos), un momento de la historia en el que pensé: "no, Ali no reaccionaría así". Tener a alguien que daría su vida por ti no justifica que pierdas tu esencia. Nunca.

Oscura fantasía

Para mí Susurros es la mezcla perfecta de Laura Gallego y Holly Black. Por un lado tiene toda la magia de Laura, e incluso parte de su forma de contar historias. Por otro comparte con Holly esa oscuridad que, a veces, te hace querer apartar la mirada.
Es deliciosa. Normalmente busco que una novela me rete, que rebose tal imaginario que me haga esforzarme como lectora por crear y compartir ese mundo. Por vivirlo, rozarlo con la punta de los dedos y zambullirme en sus maravillas. Y Susurros cumple a la perfección y regala al lector miles de instantáneas que quedarán para siempre con él. Porque si algo tiene esta novela es belleza.

En busca del Conejo blanco...

Cuando entré a través de la madriguera del conejo no pensé jamás que me encontraría con la magia de una trama que vive de los detalles. A. G. Howard aprovecha cada pequeño elemento que podría pasar desapercibido para crear y tejer. Esa fue mi sensación final: en Susurros todo está hilado, todo tiene su razón de ser y no se ha dejado nada al azar, como la mejor de las novelas de misterio.
El hecho de tener a Lewis Carroll como referente e inspiración de la misma me hacía dudar sobre cuán original podría ser. Es, sin duda, única. Una Alicia distinta, una nueva mirada.
Sé que habrá una segunda parte y será la primera que vaya a la librería a por ella. Pero, de no saberlo, quedaría feliz con la lectura sin más, pues cierra la historia (vale, deja un pequeño cabo suelto que, supongo que será el que de pie a la continuación... pero te deja a gusto y todas las incógnitas hallan su respuesta).

...hallé lo que no esperaba.

A Jeb, a Morfeo, a Sedosa, a las Gemesas, al Ostobeno... Peculiares y distintos, personales y mágicos. Incluso en la ecuación se cuela algún que otro elfo (sí, lo has leído bien)
Y como una no tiene horchata en las venas, se ve seducida las veces por el pseudoelfo, las veces por el chico alado. Y sí, podría rozar el tópico de bueno malo (y lo roza y supera fijo), pero me da igual por el chico de las alas. Sólo por él, por llevarse cuarto y mitad de este corazoncito mío que late teñido de luz de noche y azul.
Nada, que una es débil ante las alas y los misterios (apuesto a que ahora os encaja que reverencie Hija de humo y hueso. Pues eso.)
Pasionales y viscerales son los personajes de la novela. Me gusta, aunque hubiera agradecido un poco de tiempo al tiempo y de esos sentimientos que se cuecen a fuego lento... Me permito y dejo este desliz literario.

Puntos extra

  • Para la traducción: por los palabros imposibles y las difíciles formas de hablar de algunos de los personajes. Es un lujazo disfrutar de algo tan peculiar en español y, supongo, el trabajo de traducción debió de ser complicado.
  • Para la portada: es una preciosidad y la edición va completamente acorde con ella.
En conclusión Susrros es magia, simple y llanamente. Se vuelve adictiva hasta el punto de pedir más, todo en ella es diferente, nada sobra y está entretejido de una forma tan maravillosa, que al finalizarlo deja un vacío difícil de ocupar.
La nota real es un 3.75/5
¿Os llama la atención? ¿Qué esperáis de esta peculiar Alicia?