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En el primer libro de Los juegos del hambre, Katniss Everdeen de 16 años nos cuenta cómo es su vida en Panem, un país que quedó en ruinas después de una devastadora guerra, que originalmente quedó constituido por trece distritos, pero luego de la rebelión del número trece, el Capitolio, bajo el mando del tirano presidente Snow fue destruido. Desde ese instante se instituyeron “los juegos del hambre” en los cuales cada año en el llamado día de la cosecha, dos tributos de cada distrito, un hombre y una mujer, son llevados a una arena en la que deben luchar a muerte hasta que sólo uno sobreviva.
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Los juegos son un evento televisado, que mientras unos disfrutan en el Capitolio rodeados de festines de comida y extravagancias, los familiares, amigos y vecinos de los tributos son obligados a ver dentro de sus vidas llenas de pobreza y trabajo forzoso. Katniss se ofrece voluntaria luego que su hermana menor Prim es escogida entre las mujeres del distrito 12 para ir a los 74 Juegos del Hambre, va junto a Peeta Melarck de quien desconfía en un principio, pero poco a poco crece la historia de amor que enternece a los espectadores y de la cual se aprovechan para obtener patrocinadores y desafiar al Capitolio. Katniss lleva consigo un prendedor de Sinsajo que le es obsequiado por la hija del alcalde del distrito 12, y que juega un papel determinante en el futuro de los juegos y de Panem. ya que los pájaros que se simbolizan en el mismo surgen de la unión entre los Charlajos (mutos creados por el Capitolio para espiar a los enemigos) y Sinsontes hembras resultando en pájaros imitadores de sonidos considerados como un símbolo de rebeldía.