Estás echada en la hierba
y duermes. Tu respiración
es ligera como el mes de junio -me da
también paz. Porque las mujeres duermen
tan suave y tan silenciosamente que
el mundo entero las sigue dentro
de las musicales profundidades de la tierra
en el otro lado del todo. El viento
lleva el aliento del sueño intenso, el horizonte
se cierra despacio
como deshilachadas negras pestañas
sobre un claroscuro en el cielo.
Entonces te liberas de ti misma
- un sueño en la oscuridad
antes de la creación, antes
de que las palabras divisorias fueran pronunciadas
las que dividieron las aguas y crearon
fronteras y soledad.
Tú eres libre ahora.
Tú has retornado. Tu cuerpo
se encuentra de nuevo en las piedras
como ropa varada en las playas del mar.