Se trata de una canción psicodélica y algo más “dura” (sin llegar a serlo) de lo acostumbrado en los anteriores trabajos del grupo, aunque sigue estando en la línea de su estilo. Es pegadiza y muy dinámica con giros melódicos inesperados constantes.
El vídeo de la canción es más bien simple, mostrando al grupo tocando, como muchos de los videoclips actuales, desgraciadamente; en una habitación blanca sobre una plataforma negra y vestidos de negro, aunque se puede destacar el efecto de los músicos cayendo sin caer. Si este nuevo disco tiene tan buena pinta como se puede leer en muchos medios británicos, parece que Kasabian van a seguir teniendo un éxito similar al que cosecharon con su tercer disco West Rider Pauper Lunatic Asylum, aunque me atrevería a decir que los discos diferirán bastante en cuanto a su sonido. En septiembre lo podremos comprobar.