Mi amigo Alfre es un enamorado de Marruecos.
Un día, después de comer en casa y mientras tomábamos café, la conversación fue derivando hacia temas gastronómicos. Terminamos hablando sobre platos, que tras probarlos nos habían encantado.
Yo le conté sobre mi adorada Quinoa, recién descubierta por aquél entonces, y que llegué a cenar casi todas las noches de ese año. Si, ya sé que estás pensado que soy una exagerada, lo reconozco, y he confesado siempre que cuando me da por algo, no tengo remedio.
Una década hace de aquello, cómo vuela el tiempo.
Ni idea del plato que me estaba nombrando, pero hasta la palabra me gustó: Tabulé . . . tiene música ¿no te parece?
Cuando terminó de contarme alguna de sus historias, saqué mi cuaderno de recetas y comenzó a dictarme.
En casa empecé a tener siempre un paquete en la despensa, y algunas veces lo cocía con pasas para acompañar carnes o pescados. Aunque lo cierto es que no había hecho muchas más cosas con él.
Repetirás, creéme. Aunque el Tabulé es de origen Libanés, donde lo hacen con Bulgur; en Marruecos se suele preparar con cuscús.
Nosotros seguramente por cercanía, hemos adoptado esta costumbre.
Ahora, vamos al lío.
- Pesamos también, los 100 grs de cuscús.
- Con un tenedor, empezamos a mover el cuscús, ésto lo hacemos para que el grano quede suelto.
- Las verduras y las hierbas frescas las cortamos en trozos pequeños.
- Añadimos la sal.
- Tapamos y llevamos al frigo hasta que esté frío. Los sabores se habrán unido.
Te resultará una ensalada distinta, muy fresca por la incorporación de la hierbabuena, el pepino y el limón. La puedes utilizar como entrante o acompañamiento.
¿Fácil, verdad? Y sinceramente, delicioso.
Hasta la próxima entrada, sé feliz o al menos, inténtalo.