Cuando subía hacia el hostal en el taxi ya me quedé con la copla al ver esas macetitas de la fachada, así que tras dejar nuestro equipaje y ver la Iglesia de Santa María de la Asunción fue el destino elegido para mi primera tapa. Como ya comenté en mi post del fin de semana en Arcos, descubrí el queso payoyo y el abajao, un plato típico de la zona hecho con pan, huevo, espárragos trigueros y ajo. Tenía mucha curiosidad por conocerlo, así que cuando el camarero me lo recomendó decidimos esperar. 10 minutos dijo que faltaban para que saliera de la cocina. Como ya llevo aquí unos años viviendo, si algo tengo claro es que los 10 minutos no se los cree nadie ¡jajajaja!. No sé si fue el hambre o el mimo que le pusieron pero me supo a gloria por lo que sí, mereció la pena la espera. Cuando fui a pagar la cocinera me explicó por qué tardaron más que en otras ocasiones: ese día utilizaron una sartén nueva y como no se quedaba el chamuscado típico tuvieron que pasarlo todo a la de siempre.
En la puerta, mientras me tomaba mi cerveza estuvimos conversando con el personal y gracias a ellos descubrimos un local para los gin tonics que no estaba nada mal. Se llama Gothan City gin tonic club y por 5€ puedes tomarte una copa con ginebra y tónica Seagrams.
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