Amigas, en casa cada noche, a la hora del baño, tenemos una fiesta. Valentina se ha enamorado perdidamente del orinal con sillón que nos enviaron para testar los amigos de Babybjörn y ha empezado a quitarse el pañal sola para probarlo, con resultados garantizados. Y hasta aquí puedo escribir. Su hermano y yo la vitoreamos y aplaudimos. Os parecerá una tontería pero yo me enamoré de estos productos desde que los vi por primera vez. Jorge ya no necesitaba ni taburete ni orinal así que me quedé con ganas de probarlos. Con Valentina hemos comprobado cómo le gustan y qué efecto produce en sus ganas de independizarse del pañal. Seguid leyendo y os cuento más.
El orinal sillón de Babybjörn es resistente y tiene un diseño ergonómico de bordes suaves, un respaldo alto en el que pueden apoyarse los peques y reposabrazos cómodos para garantizar que los niños se sientan a gusto en él. Es facilísimo de vaciar y limpiar y se mantiene estable en el suelo, incluso si el niño se mueve mucho. Con Jorge tuve un orinal nada cool. Odiaba sentarse. Se iba de lado y me pasaba un buen rato limpiándolo. No todo vale.
Si os gusta tener las cosas a juego como a mi, hasta en el baño
¿Qué color os gusta? Los tenéis en rosa, turquesa, azul, blanco y gris. El taburete para niños está hecho de polipropileno reciclable (PP). De hecho, todos los productos de esta marca sueca para la cocina y el baño cumplen la normativa de seguridad europea y norteamericana sobre plásticos. Esto significa que se someten continuamente a pruebas rigurosas para la detección de bisfenol A (BPA) y sustancias peligrosas para la salud. Todos están certificados incluso para uso con alimentos. El vídeo que os comparto abajo me encanta.