Tacones asesinos, mujeres esclavas

Publicado el 09 marzo 2015 por Rosa Valle @RosaMValle

He visto hoy cuando el sol aún no había encendido el día a una mujer cruzar un paso de peatones con enormes dificultades para llegar a tiempo al otro extremo antes de que el semáforo cambiase de color. Ni tenía ningún tipo de discapacidad visible en las extremidades inferiores ni ningún otro congénere se lo impedía. Su problema de movilidad empezaba y acababa en aquello con que calzaba sus pies. Tacones de esos imposibles, acompañados de una falda de tubo, que la obligaban a caminar cual Robocop. Se me ocurren múltiples adjetivos para calificar a esta fémina, todos más benévolos que con los que me referiría a quien inventó esos estiletes para que la mujer ‘esté guapa’  (supongo). Me gustaría verle a él utilizarlos para ir a currar y buscar a los niños al cole.

¿Robocop usaba tacones?

Una esclavitud femenina más que nace en la moda para aquellas que se dejan al faltarles cierto tipo de muebles en la cabeza.

Nada tengo en contra del tacón y sus efectos estéticos ,  pero una cosa es utilizar un cómodo tacón amigo  y otra es conducir sin carnet unos zancos hechos por el enemigo.

Las consecuencias visuales, el espectáculo, son los que me hicieron hoy sentir pena por mi género y reflexionar sobre las neuronas de algunas mujeres. Qué pena.

Entraban ganas de dejarle a la susodicha unos vaqueros y unos zapatos de cordón  para que pudiese pasar mejor día.

Otra historia es la juventud,  ue  nos hace más vulnerables al marketing de la moda. Quién en aquellos años no utilizó alguna noche unos de esos tacones asesinos y volvió descalza a casa con ellos en la mano y ganas de dejarlos en el contenedor de residuos en vez de devolverlos al zapatero. Desfiles de garzas adolescendes los vemos todos los fines de semana y algunas se dan una maña sobre estos criticados tacones que pa qué. Pero ¡ay!, esas otras cándidas cuyos andares de esa guisa calzadas dan en Robocop…

A unas horas del manoseado, ensalzado y denostado en las redes sociales, Día de la Mujer, siento pena de la esclavitud que la estética y la moda imponen al género femenino en este globo. ¿La imponen? ¿O pasamos como bobas por el aro sin ofrecer resistencia? Entre lucir un look Casimiro y calzar tacón de aguja y condón-falda a las 8 de la mañana de un lunes… hay términos medios. Quiero pensar.