Autor de El libro de la PyME, Carlos Cleri*, quien entre numerosos cargos, fue dos veces Director del Instituto de Comercio Exterior y Apoyo a las PyMEs y Gerente de Planeamiento Estratégico del Banco Ciudad, respondió las preguntas de Industrias Hoy sobre las cualidades de este tipo de empresas en Argentina hoy.
I.H.- ¿Cuáles son las características del empresario argentino PyME típico? ¿Cuáles son sus cualidades positivas y cuáles deberían mejorar?
C.C.- El primer tema es el poco afecto a la mejora tecnológica que tiene el empresario Pyme, es especialmente reacio a la incorporación de equipamientode última generación, esto lo ubica en una situación competitiva negativa. Otra es su carácter cerrado, esa cultura de no abrirse a las relaciones con otras empresas, proveedores, clientes, competidores, o con los organismos del Estado los pone a merced de tener que defenderse solos y con sus propios recursos; sin embargo, se podría lograr una sinergia competitiva poderosa a partir de alianzas estratégicas. Otra de las características es que muchas PyMEs acuerdan con sus contadores presentar información que evite el pago de impuestos, y esta “avivada” termina jugando en contra de toda posibilidad de mejorarla, porque quita la posibilidad de ser un sujeto de crédito y atender el crecimiento cuali o cuantitativo de su negocio. El último aspecto que me interesa remarcar es la autosuficiencia, palpable en la frase “qué me van a enseñar a mi” y el autoritarismo, “esto se hace así”, normalmente con el argumento de que siempre se hizo así, y la conformación de organigramas solares donde todo pasa por el dueño o la máxima autoridad. Este carácter se traduce en una tremenda limitación, los hace proclives a quedar congelados en la historia.
IH- ¿Cuáles son los principales inconvenientes que encuentran las PyMEs al margen de las crisis económicas, para desarrollarse?
C.C- La capacidad de gestión, sin dudas. Los problemas financieros devienen de asumir exigencias que superan la capacidad operativa –más allá de las deficiencias del sistema financiero argentino, donde los bancos comerciales no están interesados en asumir riesgos PyME y el Estado arma propuestas que están fuera de la realidad PyME. Los impuestos o la normativa, son parte del negocio y si el negocio da réditos sin contribución fiscal pero no con ésta o con otra normativa, entonces el negocio no existe. Esta apreciación va más allá de que haya que hacer una reforma impositiva profunda que entienda lo que es ser PyME.
I.H.- ¿Exportar es el camino obligado para crecer? ¿Qué consejo le daría a un empresario PyME que intenta colocar su producto en el mercado externo?
C.C.- La mayor parte de las pequeñas empresas no tendrán una activa presencia en el mercado exterior. El universo incluye al comercio, a los servicios internos, a la construcción, al campo y a las industrias proveedoras de otras industrias. Esto significa que la mayor parte no tenga por qué pensar en exportar ni deba ser su preocupación. En los últimos años las pequeñas firmas se han beneficiado por una política que impulsó la demanda interna. Sólo algunas empresas del sector servicio y de la industria pueden incursionar en el tema, pero tomando conciencia de que los costos operativos del comercio exterior son altos y sólo pueden ser cubiertos con volúmenes importantes. He demostrado en muchos ámbitos que difícilmente los costos de tener una estructura para exportar puedan amortizarse con exportaciones anuales inferiores a dos millones de dólares. Esto excluye, en principio, a la mayor parte del segmento.
IH- ¿Cómo se convierte una PyME en una empresa sustentable y deseable para los inversores?
Carlos Cleri- Si bien las nuevas generaciones tienen mayor apertura, la mayor parte de las PyMEs no están interesadas en abrir el capital y menos en vender. Esta es una cuestión cultural aplicable a las empresas de corte latino pero más acentuada en el caso argentino. El grueso de las PyMEs siempre serán pequeñas porque su negocio es ocupar espacios de mercado no aptos o rentables para operar con grandes volúmenes. Por eso, la mayoría de las PyMEs deben seguir una estrategia “bonsai”: mejorar la forma sin aumentar de tamaño; en otras palabras, incorporar tecnologías y mejores formas de gestión sin pasar a los espacios donde deban competir con firmas mejor respaldadas.
*Carlos Cleri es Presidente de Proyecciones Estratégicas S.A., coordina los Consejos Estratégicos de un grupo de empresas y es accionista de algunas de ellas. Tiene como antecedentes el haber sido Jefe de Gabinete del Ministerio de Economía de la Nación, Subsecretario de Comercio Exterior, Director de Promoción de Exportaciones, Consejero Económico y Comercial en el Ministerio de Economía de la Nación, dos veces Director del Instituto de Comercio Exterior y Apoyo a las PyMEs, Gerente de Planeamiento Estratégico del Banco Ciudad y Decano de la Escuela de Economía y Negocios Internacionales de la Universidad de Belgrano.