Año: 2016ISBN: 978-84-6704-830-8Nº de páginas: 342
Taj es el título de la obra con la que Andrés Pascual ha ganado el premio 2016 de Novela Histórica Alfonso X El Sabio, una única palabra que en mi caso ha sido suficiente para saber que tenía que leer este libro. Ya os he comentado en otras ocasiones que me fascina La India pero en concreto, todo lo relativo al Taj Mahal me atrae como un imán, por lo que os podéis imaginar cómo me apetecía leer esta novela desde que me crucé con ella, ni siquiera me hizo falta leer su sinopsis.
Andrés Pascual
El comienzo de "Taj" nos traslada hasta el año 1632 para conocer a Balu, un joven que reside en una aldea del desierto del Rajastán y que, a pesar de ser hijo de un campesino, posee una extraordinaria destreza para el dibujo. Por desgracia, esta habilidad ha ocasionado que la relación con sus hermanos mayores no sea buena al no aceptar estos que sea el protegido de su padre, quien le libra de realizar los trabajos más duros del campo para que sus manos no se encallezcan y pueda seguir dedicándose al arte. Este aislamiento que sufre Balu es similar al que padece su mejor amiga Aisha, una joven musulmana que siendo niña fue adoptada por el ricachón del pueblo y de la que está profundamente enamorado. Pero todo esto cambiará cuando el padre de Balu muera repentinamente y Aisha sea entregada al emperador Sha Jahan para entrar a formar parte del harén imperial, obligando a Balu a tomar una drástica decisión con respecto a su vida. Puesto que sus hermanos no están dispuestos a mantener su privilegiada situación, Balu abandonará su aldea y, con la idea de recuperar a su amada, podrá rumbo a la ciudad de Agra, donde se está llevando a cabo la construcción del Taj Mahal, un grandioso mausoleo que el emperador está edificando en memoria de su fallecida esposa Mumtaz Mahal.Taj Mahal ©
Señala Andrés Pascual en el apartado de agradecimientos del libro que él "ama el Taj Mahal y la historia que hay detrás", y yo me he sentido un poquito identificada con sus palabras pues es un sentimiento que comparto. No recuerdo en qué momento ni como se despertó mi interés por el imperio mogol y por este monumento, considerado una de las siete maravillas del mundo moderno, pero desde entonces mi admiración y atracción ha ido aumentando poco a poco e incluso hace unos años tuve la oportunidad de visitarlo pero creo que, por mucho que me esfuerce, no conseguiría transmitir su belleza ni todo lo que experimenté durante el tiempo que duró la visita. Teniendo esto en cuenta, ya conocía parte de la historia que hay detrás de su edificación pero eso no me ha impedido disfrutar mucho con este libro ya que, aunque he leído varias novelas de esta temática, en ninguna ocasión me había encontrado una que estuviese enfocada de esta manera, desde la perspectiva de las personas que participaron en su levantamiento. Tres son las partes en las que se estructura la novela y a su vez cada una se presenta dividida en capítulos no demasiado extensos a lo largo de los que se va desarrollando la trama linealmente. A través de un narrador omnisciente y empleando una prosa ágil, clara, elegante, fluida y envolvente, Andrés Pascual nos acerca a una historia que mezcla realidad con ficción y en la que se combinan diferentes ingredientes que van a hacer que su lectura resulte de lo más amena y entretenida además de interesante, pues no podemos olvidar que las vivencias de su protagonista son el medio a través del que su autor se vale para descubrirnos los secretos que encierra la construcción de este maravilloso monumento. Han sido varios los aspectos que me han cautivado en "Taj", comenzando por su protagonista, Balu. Es un personaje que se gana la simpatía del lector desde las primeras páginas y es por eso que vamos a seguir con atención las aventuras y desventuras que le esperan en el resto del libro, compartiendo los momentos por los que va pasando, con sus alegrías, ilusiones, sueños y esperanzas pero también sus penas, fracasos y decepciones puesto que su vida no va a ser fácil y va a tener que superar diversos obstáculos. Hijo de un campesino hindú, Balu no aceptará la creencia de que no se puede escapar de la casta que a cada uno le corresponde por nacimiento, y se esforzará por perfeccionar la técnica innata con la que ha sido dotado con la esperanza de poder cambiar las cosas y hacerse un hueco entre la comunidad de artistas. A medida que avanza la historia él va madurando y aprendiendo de las experiencias acumuladas, evolucionando de una forma coherente pero sin perder nunca su carácter pacífico, afable, tenaz, leal y sincero.Río Yamuna con Agra al fondo ©
Al igual que Balu, el resto de personajes están bien perfilados y son fácilmente identificables, desempeñando papeles muy concretos en el desarrollo de la trama. Aisha, la joven musulmana que cautivará a Balu con su sensualidad y su talento natural para bailar, su amigo Deepak, Santosh, Khush Nawis, o el arquitecto Ustad Ahmad son algunas de las figuras con las que Balu compartirá andanzas, contando con su amor, apoyo, amistad o enseñanzas. Personajes ficticios y reales que se mezclan a lo largo de las páginas pues en esta historia también tienen un espacio los miembros de la familia real y así accederemos a la corte del emperador Sha Jahan para conocer su gobierno y el estado en el que se encuentra, la posición adquirida por su hija Jahanara tras la muerte de su madre, o la rivalidad existente entre sus hijos Aurangzeb y Dara. Y junto a ellos, como si de un personaje más se tratase y estableciendo el eje central en torno al que todo se va desarrollando, el mausoleo edificado por orden del emperador en memoria de su esposa Mumtaz Mahal: el Taj Mahal. Andrés Pascual va a mostrarnos todos los secretos de su construcción y lo va a hacer desde la perspectiva de las personas que tomaron parte en la misma, lo que es un punto de partida de lo más llamativo. Los datos están integrados en la narración con naturalidad y esto hace que la lectura no se haga pesada ni aburrida, la información está bien dosificada y es muy interesante ir descubriendo cómo paso a paso se va erigiendo este grandioso monumento y las muchas dificultades y problemas que se tuvieron que solventar, como los asociados a la cercanía del río Yamuna o la necesidad de guardar una simetría en todo el conjunto.Fachada Taj Mahal ©
El Taj Mahal constituye la mayor obra de la historia del Indostán y como el propio Balu reconoce, "el héroe de esta historia no es el Sha Jahan, sino cada uno de los trabajadores que tomaron parte en ella". Miles de asalariados entre canteros, carpinteros, albañiles, curtidores, peones, maestros, escultores, cortadores de piedra y mármol, grabadores, pintores, jardineros, y muchas otras disciplinas que fueron requeridas en algún momento para poder llevar a cabo esta colosal obra. Todas ellas necesarias e importantes para su edificación pero sin embargo, en Taj será una profesión la que adquiera más relevancia, y así vamos a conocer de cerca la labor que ejercieron los calígrafos, es decir, aquellas personas encargadas de llevar a cabo su decoración usando para ello el arte de la línea de acuerdo con el arte islámico, que había consagrado el alfabeto como el principal elemento de decoración de los edificios.Es indudable que Andrés Pascual ha tenido que realizar un amplio y laborioso trabajo de documentación y no solo para mostrarnos los múltiples detalles asociados a la obra del Taj Mahal sino también para conseguir dar forma a la maravillosa ambientación con que la novela cuenta. Vistosas y coloridas descripciones nos permitirán apreciar la grandiosidad de este imperio o el exotismo y la belleza de sus paisajes, además de quedar reflejados otros muchos aspectos que dan forma a la sociedad de esta época como la estructura de castas, la convivencia entre religiones, su cultura, sus creencias y dioses, las fiestas y tradiciones o la posición de la mujer, considerada un ser inferior y relegada al hogar y a la familia. Como principal escenario, la ciudad de Agra, inmensa y bulliciosa, centro neurálgico del comercio, la religión, la enseñanza y de las artes, además de acoger el imponente palacio en el que reside la familia imperial, el Fuerte Rojo. Cada uno de estos emplazamientos queda dibujado con mimo y detalle para que el lector pueda visualizarlos sin problema, de tal forma que leer Taj supone trasladarse en el tiempo y convertirse en un espectador directo y privilegiado.Jardines Taj Mahal ©
"Una lágrima derramada por amor", así es como define el príncipe Dara el Taj Mahal. Fue construido por amor, el propio emperador afirma "Esta tumba no es la culminación de la belleza como todos creen. Es la culminación de nuestro amor. Y el amor es inmortal", y este elemento no podía faltar en el libro de Andrés Pascual, plasmado a través de diferentes manifestaciones. Amor es el que siente el Sha Jahan por su esposa fallecida, un amor tan grande que le llevó a construir este mausoleo para que nadie la olvidará, y el mismo tipo de amor es el que siente Balu por Aisha, un amor que le mueve a ir en su búsqueda y superar cuantas dificultades va encontrando. Pero también es la fusión de dos civilizaciones que trabajaron juntas en él para alcanzar la perfección, lo reconoceremos en la amistad que se va forjando entre algunos personajes, y es el sentimiento que moverá a miles de personas a dejar sus hogares y creencias para participar activamente en esa obra en memoria de su emperatriz.Llegados a este punto creo que es evidente que Taj me ha gustado muchísimo y no puedo más que dar las gracias a Andrés Pascual por haber cumplido la promesa que se hizo a sí mismo y escribir esta novela, permitiéndonos así disfrutar de esta fascinante historia de amor y superación que nos acerca con detalle a la construcción del Taj Mahal y que supone un homenaje a las miles de personas que lo hicieron posible.Si te ha gustado mi reseña, puedes comprar Taj a través de los siguientes enlaces Gracias a la editorial por facilitarme el ejemplar para su reseña