Take Out (John Baker, Shih-Ching Tsou)

Publicado el 08 agosto 2016 por Julia
Presentación realizada por Alan Pauls el 26 de mayo de 2010 en el ciclo Cuentos de New York en Primer Plano I.Sat

Transcripción realizada del siguiente link audiovisual: https://vimeo.com/12049752


Take Out, la película que vamos a ver esta noche en Primer Plano, es el prototipo perfecto del cine independiente contemporáneo: bajo presupuesto, rodaje en video digital, actores primerizos, muchos exteriores, una temática recalcitrantemente urbana y una vocación multicultural que queda clara en la pareja de cineastas que lo dirigió:  un americano, John Baker (el mismo de Prince of Broadway) y un chino, Shih-Ching Tsou. 

Una fórmula étnica ideal, quizá, para contar la historia de Ming Ding, un inmigrante ilegal en Nueva York que, apretado por los compatriotas que lo hicieron entrar de contrabando en el país, debe pagar su deuda y reunir en un solo día el dinero que quizá no gane en todo un mes.Ming trabaja haciendo delivery en un restaurante chino, ha logrado juntar  600 dólares en préstamos, pero debe 800, y su idea es juntar el resto con las propinas de un día entero de trabajo. Una idea descabellada, tal vez, pero dramáticamente muy rendidora. 
Más que un vía crucis (acorralado por el tiempo y la lluvia) la travesía del héroe del film, pasa a ser un modelo de descripción urbana, una postal del neorrealismo contemporáneo, suerte de visita guiada por un espacio social y cultural cambiante, heterogéneo, imprevisible.A lo largo de ese día de perros, Ming se asoma a  mundos inalcanzables de los que solo pesca retazos: la pequeña situación, el gesto o la música que le llegan a través de una puerta entreabierta. Miradas por sus ojos, sin embargo, esas imágenes furtivas son ejemplares y parecen encerrar el secreto de una sociedad en la que siempre ocupará el mismo lugar, el lugar del extranjero.Take out  es exactamente eso, el registro de la mirada de un outsider, alguien que está a la vez dentro y fuera del mundo en el que se mueve y por eso puede mirarlo mejor  y desnudar sus secretos con una nitidez casi cruel como ningún nativo sería capaz de hacerlo.