Krist Novoselic comentó, hablando de aquellos años en los que la ciudad se llenaba de nuevas bandas, que circulaba una broma que decía: "Me mudé a Seattle para grabar un disco y todo lo que hice fue engancharme a la heroína."
Con esos años de buenísima música y drogas, cuando a finales de los 70 la cultura underground y el punk se convirtieron en el caldo de cultivo de la explosión del grunge, el Experience Music Project formó una colección que expuso en 2011 y en la que recogía desde carteles hasta el primer contrato de Nirvana con Sub Pop o la Chevrolet con la que Soundgarden giró el año del "Louder than love".
Todos esos objetos que ahora forman parte de su colección permanente, se recogen en este libro acompañados de fotografías y declaraciones de sus protagonistas, más un DVD con entrevistas que completan este tributo bien maquetado para coleccionistas.
De los que te gusta enseñar para demostrar a los demás lo que fuiste un día.