Tal vez en otra vida

Por Aceituno

Yo no fui como debí ser, no me comporté como me hubiese gustado hacerlo y ahora me doy cuenta de ello. Solo en esta situación, a medio metro de la muerte, soy consciente de hasta qué punto desperdicié mi vida. Si no te lo planteas no caes en la cuenta, si nadie te lo dice no lo escuchas y si no lo entiendes, no lo aprendes. Tu vida tiene muchas más posibilidades que las que tú le estás concediendo con tu forma de vivir, muchos más rincones hermosos y muchas más palabras bellas y bien dichas. Bajo la corteza hay mucho más.

Pero no te enteras.

Claro que no tienes porqué pensar en estas cosas puesto que tú no te estás muriendo, no estás enfermo y todavía te falta mucho para plantearte pensar en la muerte, pero no lo sabes. A lo mejor, incluso te mueres antes que yo.

A lo mejor, incluso te mueres antes que yo.

Lo único bueno que tiene una enfermedad como el cáncer que yo tengo, es que me está dando tiempo a pensar, a poner encima de la mesa mi vida entera y darme cuenta de lo perezoso y lo torpe que fui con mi tiempo y de lo vanidoso que fui con mi corazón. Si pudiera recorrer todo el camino otra vez cambiaría muchas cosas, eso seguro, pero mientras vives no te das cuenta de que estás viviendo. Solo cuando nos falta algo empezamos a apreciarlo. Por eso es ahora, cuando me falta la salud y la vida se me escapa como la arena entre los dedos, cuando me doy cuenta de la cantidad de cosas que podría haber hecho de otra forma.

Menos ira, más paciencia, más estudio, menos rencor… cada uno a lo suyo. Seguramente otro dirá que a él le sobraron horas de estudio y le faltaron kilómetros de viaje porque cada cual sabe, llegado el momento, lo que falta y lo que sobra, lo que sí y lo que no, lo que antes y lo que después.

Pero está clara una cosa: solo uno mismo es capaz de diagnosticarse, de leer entre líneas, de captar cuáles son sus debilidades y fortalezas, de analizarse boca arriba y boca abajo para terminar llegando a alguna conclusión. Solo uno mismo sabe cómo es y cómo le gustaría que fuese. A mí ya no me da tiempo, pero sueño con que, en otra vida, tal vez las cosas pudieran haber sido diferentes.

Sí, tal vez en otra vida.