Es una necesidad de la sociedad desde siempre, no es algo que esté de moda, es tan vital como comer o respirar. Con un target claramente definido, el adulto, para poder conocerse a sí mismo y aprender de sus capacidades, de sus aciertos y sus errores. Gracias al Juego el adulto empieza a abrir el campo a la desinhibición, interactúa con su propio yo y con los demás, redescubriendo aquello que quedó olvidado y guardado así como tantas posibilidades internas que están bien escondidas, por temor a salir de la corriente establecida. Gracias al Arte el adulto adquiere conocimientos y sabiduría tan amplios y bastos como se desee, es amplificador de la inteligencia y de la libertad de poder elegir sin miedos a riesgos o equívocos, sino todo lo contrario buscando éstos, para aprender de la experiencia.
Aprender Jugando con Arte es la formación que pone al servicio del adulto la creación de su propia marca personal, un branding personalizado donde a través del juego cualquier persona realiza un coaching que le permitirá vivir en primera persona su propia experiencia a través del conocimiento sobre sí mismo y su entorno. Un coaching en donde es el adulto el que se define a sí mismo, a través del aprendizaje de si mismo para exponer su potencial.
En una era en la que las empresas sin falta y con bastante urgencia buscan cómo hacer para ser más rentables, más competitivas, teniendo presente que el factor comunicación interna es un punto débil, al igual que la motivación o la consecución de objetivos que marquen la diferencia, por poner sólo algunos ejemplos. Gracias al entrenamiento que proporciona el juego y las herramientas que aportan las Artes, las empresas disponen de un material más que amplio y de una gran riqueza para formar a sus presentes y futuros líderes tanto de manera individual como grupal. El juego parte de la premisa que no existe el ridículo, o si existe se le hace burla para reirse de él, el juego permite cualquier distensión de nuestras mentes tan enfrascadas en resolver problemas que ya fueron resueltos por nuestros antepasados.
A diferencia de los métodos de aprendizaje tradicionales el juego el único fin que tiene es el autoconocimiento, permite dar cambios totales donde sea más inesperado. Es un entrenamiento para nuestros quehaceres diarios enseñándonos a enfrentarnos a la vorágine social desde nuestro conocimiento, nuestras capacidades y nuestros límites. Nos permite enfrentarnos a nuestro ser, a nuestros miedos verles la cara y decidir.
El coaching tomado como un juego permite el desarrollo de la creatividad y la innovación, permitiendo enfrentar los problemas con otra óptica totalmente distinta y por tanto con una óptica muy diferente para su resolución, propone nuevas formas de hacer las actividades del diario, reformulando los problemas y dándoles un nuevo enfoque que esté fuera del entorno cómodo habitual.