Es momento de dar la bienvenida a la Estonia de mis amores, dicho esto por la devoción que profeso a la banda de rock Vanilla Ninja, tristemente extinguida, que surgió de esta patria cuya primera referencia geográfica data del año 1154. En estas líneas, homenaje merecido para las mencionadas rockeras que nos dejaran temazos irrepetibles como aquellos: "Silence", "Pray", "Destroyed by you" o "Cool Vibes". Ahí van un par de vídeos para acompañar el texto que abre estas crónicas estonias.https://youtu.be/yq-vQalhFnY
https://youtu.be/6enLXVvWceo
Rodeada de bosques, un 52% nada menos de arbolado, bosques, naturaleza, en la línea de Lithuania y Letonia, se presenta majestuosa Estonia. Voy rumbo a Taani Linnus, actual Tallin. Es pequeña, recoleta, coqueta, medieval y de cuento Tallin. Bicicletas por doquier, algunas cubiertas con techo incorporado para transportar a pasajeros. Accedo por la histórica puerta de Viru (1265). Hubo entonces unas 60 torres, de las cuales quedan 27.
La antigua villa amurallada es una delicia, encantadora y hospitalaria. Enseguida llego a la que fuera una de las puertas de salida de Tallin en el callejón de Katarina; un pasadizo con esencia de secretos y misterio.
La farmacia es como de cuento. Es buena zona para tomar algo y disfrutar de Tallin Raekoja Plats, la plaza del ayuntamiento. Diáfana, terrazas, locales, gente por todas partes, animación, plantas, flores, colorido...
Si te va la pintura siniestra, aquí puedes disfrutar con la obra "Danza macabra" de Bernt Notke, o mejor dicho, lo que un bombardeo dejó me ella. Continuo explorando por la escarpadura (calle empinada) de Luhike Jalg o calle de la pierna corta. Es muy bonita la cafetería de madera con balcones y barandilla que verás sobre la muralla. El toque espeluznante lo ponen unas raras estatuas de unos monjes encapuchados. Ya voy de camino a la zona alta de Toompea. Mucha animación, preciosa esta parte de la villa.
Mucha gente congregada ante la fascinante iglesia rusa ortodoxa de Aleksander Nevsky (1900), una maravilla pergeñada (llevada a cabo) por Mikhail Brazhensky. Es una gran mole blanca con capirotes negros y cruces doradas dobles de estilo historicista bizantino, inaugurada por el zar Nicolás II. Uno no sabe desde dónde sacar la foto.
La antigua Reval, la moderna Tallin que se ganara a pulso la admiración y amparo de la Unesco en 1997, me sorprende ahora con un mirador alucinante en la colina de Toompea. Muchos puestos callejeros, tiendas, lugares para consumir, gentío, turistas, animación en torno a Kohtu 5. Cuenta la leyenda que este promontorio lo construyó Linda, la viuda del héroe estonio Kalev, en memoria de su amado.