TALLÍN. Guía para visitar la ciudad (Parte I)
Por Jmbeltran
@Beltran_JoseM
Texto y fotos por ©José Manuel
Beltrán
En muy pocas ocasiones uno se
encuentra con una capital en la que sea tan fácil su visita. Un recorrido
totalmente a pie, admirando una peculiar arquitectura que se remonta a la Edad
Media y que, en su mayor parte, se mantiene intacta. Hoy nos preguntamos ¿qué
visitar en Tallin, capital de Estonia, durante un día? Y, a continuación,
trataremos de darte la respuesta. ¿Me acompañas?
Todavía quedan
vestigios del medio siglo de ocupación soviética de la ciudad, una vez
finalizada la II Guerra Mundial. Los más representativos son el Hotel Sokos Viru,
en el número 4 de Viru väljak, donde en su planta 23 se puede efectuar una
visita guiada, previa reserva, al Museo de la KGB. Desde este hotel se
rumoreaba que los agentes espiaban y tenían expedientes de cada ciudadano; todo
ello fue comprobado como verdadero posteriormente.
Lo
que es hoy un edificio de apartamentos de lujo, en el 59 de la calle Pikk, vino
a ser el lugar de la ciudad donde se ubicaba el Cuartel General de la KGB en
Tallin. Aquí se procesaba e interrogaba a “los
enemigos del pueblo” para ser o fusilados, o deportados a Siberia. De tan
horrible pasado hoy en día solo quedan las ventanas tapiadas del sótano y una
placa con el siguiente texto: “En este edificio estuvo alojado el órgano
represivo de las autoridades de ocupación soviéticas. Aquí comenzó un camino de
dolor para miles de estonios”.
Sin
embargo en la actualidad, aún superando esas huellas todavía marcadas en la
psicología de los estonios, la capital más antigua del Norte de Europa (1.154) se
abre al mundo occidental mostrando uno de los cascos antiguos medievales y
amurallados, mejor conservados del continente. Patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO, como suele ser
habitual con todas las ciudades nominadas, la declaración de Capital Europea de la Cultura en 2.011 ha
hecho resurgir la
atracción turística de la ciudad, separada y opuesta a escasos 80 km
. de Helsinki por el
golfo de Finlandia y con un acceso a su puerto o aeropuerto, desde el centro de
la ciudad, de escasos 15 minutos.
Comencemos nuestro recorrido por la
ciudad vieja.
Poco
importa que la ciudad se encuentre amurallada en sus 1,9 km. de perímetro con sus
20 torres, que en el siglo XVI era de 2,4 km. de largo e incluía hasta 46 torres
defensivas. Es uno de los sistemas fortificados mejor conservados de Europa y
dos de sus mejores puntos estratégicos son el mirador de Patkuli, la Plaza de las Torres y la zona de la calle
Gümnaasiumi (34, 17 y 23, en el mapa que os adjunto). También os
encontraréis parte de la muralla, denominada de intramuros, en otras zonas
céntricas de la ciudad.
Margarita la Gorda
Tomemos
un punto de referencia, en este caso la zona más cercana al puerto. Desde aquí,
en lo que es actualmente una de las dos puertas de entrada a la ciudad
medieval, en la zona de Vanalinn,
atravesamos el Bastión de Margarita La
Gorda, que a su vez es el Museo
Marítimo de Estonia. Desde la terraza de esta robusta torre de artillería,
de carácter eminente defensivo, se tienen unas buenas vistas tanto del puerto
como del casco antiguo. Fue construida entre 1.511 y 1.530, como modo de
proteger la ciudad desde el mar.
Atravesada
esta, nos encontramos en una de las arterias principales de la ciudad vieja: la
calle Pikk (larga). A escasos veinte
metros, a nuestra derecha y ocupando el número 71, destaca arquitectónicamente
el conjunto de tres casas, de estilo hanseático, denominadas “las
tres hermanas”, actualmente reconvertidas en hotel. Prueba de su
utilización como almacenes de mercancías lo es, en la parte superior de las
fachadas, la observación de los cabestrantes en los que se instalaban las
poleas.
Pocos
pasos más allá, haciendo manzana con la también paralela calle Lai (ancha) se nos muestra una de las iglesias más
importantes de Tallin: La Iglesia de San
Olaf –Oleviste Kirik- (21). Visible desde el puerto, su imponente torre
mide actualmente 124
metros aunque en su origen (1549-1625) su gigantesca
aguja llegó a alcanzar los 159
metros de altura, sirviendo de referencia para los
barcos. Importante símbolo de la ciudad, fue considerado el edificio más alto
de Europa, y se puede decir del mundo. Si tienes la suerte de visitarla entre
abril y octubre, tendrás oportunidad de subir a su torre-campanario. Existen varias
leyendas sobre su construcción pero te dejamos a ti que las descubras en su
interior.
Si
has circunvalado la Oleviste Kirik, te encontrarás sobre la calle Lai. A tu
derecha, en dirección a la muralla, podrás observar otra de las torres
fortificadas: la Torre Epping (13),
c/Laboratooriumi, 31. Quienes estén interesados en los museos les sugiero sigan
avanzando por la calle Lai. De esta forma se encontrarán con El Museo de Historia Natural (15), el
de la Sanidad (14), el del Diseño (16) y, en su final, el de las Marionetas NUKU (18). Sin embargo,
nosotros volvimos a Pikk y avanzamos.
En
un pequeño ensanche de la calle, a la altura del número 26, encontramos una
fachada renacentista con una espectacular puerta de entrada. Se trata de la Hermandad de los Cabezas Negras (11), gremio
de mercaderes y comerciantes alemanes, todos ellos solteros. Eligieron este
nombre en honor a su patrón, San Mauricio, un moro de tez oscura convertido al
cristianismo. La decoración en piedra de la fachada de la puerta es bella de
por sí. En el número 17, se encontraba la sede del Gran Gremio (26), punto de reunión de los ricos comerciantes, actualmente
Museo de Historia. Si eres muy
goloso, en el número 16, se localiza el Museo
del Mazapán (9).
No
vamos a llegar hasta el final de Pikk. En este punto donde nos hallamos ¡no lo
dudes!, toma a la izquierda el pequeño, pero precioso, callejón Sajakang (callejón del pan). Nuestro
interés se centra ahora en la Iglesia
del Espíritu Santo –Pühavaimu kirik- (8), en la que destaca su precioso
reloj, el más antiguo reloj público de la ciudad. Ya en su interior, lo más
importante es el retablo de madera de su altar, del siglo XV, y en su
campanario la campana más antigua de Estonia.
Llegamos a Raekoja Plats, la Plaza
del Ayuntamiento. (1)
Es
el momento, antes de perdernos en el bullicio de la plaza, de echarle un
vistazo a la ya famosa Farmacia del
Ayuntamiento (3). Situada en un lateral, número 11, esta botica –Raeapteek-, todavía en activo, es la
más antigua de Europa. Se encuentra abierta desde 1.422.
El
edificio del
Ayuntamiento, de estilo
gótico y construido entre 1.402 y 1.404, es uno de los mejor conservados de
todo el Norte de Europa. En la veleta de su torre se encuentra el
Vana Toomas (el Viejo Tomás). La figura
de este soldado de la época se ha convertido en otro de los símbolos queridos
de la ciudad. Nos encontramos en el punto neurálgico de la ciudad, con ambiente
de terrazas, cafeterías y casetas en las que, los sábados, se venden productos
típicos simulando lo que antiguamente era el mercado de la ciudad.
Pensarás
que ya es hora de visitar Toompea,
la parte alta de la ciudad, a la que puedes acceder bien por la calle Pierna Larga (Pikk Jalg) o por la Pierna Corta (Lüike Jalg), estrecha,
empinada, con escalones y solo peatonal. Sugerencia: utiliza la primera para
subir y la segunda para descender. No te preocupes, en otro artículo te
mostraremos los encantos de ese recorrido en el que se localizan sus famosos miradores (34): el del Patkuli, el de Kohtuotsa, donde a mi parecer se obtienen las vistas más
fantásticas, o el de Rahukuhtu, con
vistas a la ciudad vieja y al parque Toom.
Descansa
y relájate ahora con una buena jarra de cerveza o un café, todo ello, como
siempre con mucha SALUD, ciudadano viajero. En el próximo artículo (parte II)
seguiremos nuestra visita por Tallín.