Tallin: una ciudad medieval

Por Nosoloviajeros @nosoloviajeros

Tallin es la capital de Estonia, uno de los tres países Bálticos.  Separada por 70 kilómetros de mar de Helsinki (Finlandia) y con fronteras nacionales con Letonia y Rusia, Estonia es una de las joyas de la Europa del Este.

Desde que Estonia recuperó su soberanía tras la retirada de la Unión Soviética, su economía ha crecido a gran velocidad. Apostaron fuerte por el desarrollo tecnológico y ello ha ido dando sus frutos; un buen ejemplo de su éxito es Skype, cuyos cuarteles generales se encuentran en Estonia, al menos hasta su compra por parte de Microsoft.

Pese al progreso económico y tecnológico, su casco antiguo rescata a la memoria la historia de Tallin. Considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997, la ciudad amurallada de la capital estona merece cualquier galardón que se le otorgue. Fue construida durante los siglos XV, XVI y XVII, pero se mantiene en cuidadísimo estado. Y no sólo por sus murallas y torres, sino por la decoración de época de todos los comercios del centro de la ciudad. Tiendas, bares y restaurantes mantienen respetuosamente los uniformes y vestimentas de siglos pasados.

Resulta fácil perderse por las callejuelas y, por momentos, pensar que se ha retrocedido en el tiempo. ¡Las sensaciones que Tallin despierta en los viajeros que la visita son únicas! Una ciudad preciosa con gente encantadora.

La oferta cultural no se limita a restos medievales, entre los museos más interesantes de esta norteña capital báltica cabe destacar el Museo de la ocupación -donde a pesar de su reducido tamaño podemos hacer un recorrido histórico a las penurias pasadas bajo lo dominación soviética-, el Museo de Arte Nacional KUMU -el mayor edificio de exposiciones de Estonia recoge una curiosa mezcla de obras de arte contemporaneo y de otras realizadas durante el periodo de ocupación- y el Museo al Aire Libre -donde es posible disfrutar de edificios traídos desde todas las partes de Estonia, animados por trabajadores realizando las tareas tradicionales con los medios y vestimentas de antaño-.

Las opciones para salir de fiesta en Tallin son amplias, si bien no tan baratas como sus vecinos bálticos del Sur (Letonia y Lituania). Los precios en la capital estona rondan los estándares europeos de los países del Mediterráneo, pero la diversión está garantizada. Una de las mejoras zonas para salir es el casco viejo, con multitud de bares y ambientes, una visita alDrink Baar o a la Beer House no puede dejarse pasar.

La oferta de alojamiento cubre todos los rangos, desde hostales pensados para mochileros hasta hoteles de lujo. Por poco dinero es posible conseguir alojamiento en hoteles con sauna y jacuzzi, incluso algunos hostales incluyen ambas comodidades en sus baños compartidos. En Tallin Backpackers por menos de 10€ se puede dormir en una habitación compartida y disfrutando de dichas facilidades.

Aquellos que vayan o salgan de Tallin en avión agradecerán la conexión mediante autobús urbano, ya que el número 2 lleva al aeropuerto por el mismo precio de un billete sencillo. En caso de que dicha línea no nos resulte cómoda siempre podemos utilizar el autobús del aeropuerto por un par de euros.

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