Por este motivo, apoyan la creación de una Declaración de los Derechos de los cetáceos. Los expertos que están de acuerdo con esta corriente de pensamiento concluyen que, aunque no sean humanos, los defines y ballenas son personas en el sentido filosófico, lo que contiene algunas implicaciones. La declaración, que originalmente se acordó en mayo de 2010, señala que los cetáceos tienen derecho a la vida, no pueden ser obligados a estar en cautividad ni ser objeto de malos tratos, ni ser separados de su ambiente natural. De igual forma, no pueden ser propiedad de nadie. La base de todo es que los delfines tienen conciencia de sí mismos, pues reconocen su imagen ant todo e un espejo. Saben quiénes son (ABC. ES/MADRID. 24-II-2012).
Da toda la impresión de que al Proyecto Gran Simio le han salido parientes próximos.