Tame Impala: Sonidos vitales

Publicado el 23 noviembre 2016 por Revista Pluma Roja @R_PlumaRoja

Lo que comenzó como un suave riachuelo corriendo entre las piedras, ahora se ha transformado en un potente y ruidoso río que llega y llena los mares. Nos referimos a Tame Impala, la banda australiana encabeza por Kevin Parker, que en menos de 10 años, se ha posicionado como la banda más reconocida y solicitada del rock a nivel mundial. ¿Pero cuáles son las razones de su éxito? A continuación, enumeramos algunas.

Claves sonoras

La palabra clave para entender lo atractivo del sonido de Tame Impala es: experimentación. Y es que la experimentación, como algo ineludible a la hora de crear, y la búsqueda de un algo sin saber exactamente qué, es lo que ha logrado que los sonidos emanados de guitarras, máquinas y la cabeza de Parker, se hayan traducido en una serie de canciones que, lejos de seguir el formato clásico de canciones pop, pareciera moverse más por el sendero de las sensaciones, los cambios en los paisajes sonoros y las mezclas de diferentes estilos musicales.

Es esta versatilidad lo que más vida le ha dado a la carrera de esta banda, luego de tres discos larga duración y varios EP lanzados. Pues cuando parecían haber logrado dar con los sonidos que más eran disfrutados por sus seguidores, en especial en sus dos primeros álbumes: Innerspeaker (2010) y Lonerism (2012). En su tercer disco, Currents (2015), hacen un quiebre en lo sonoro para adentrarse más en sonidos pop, relegando las guitarras a un segundo plano, sin que ello perjudique su marca registrada, y a estas alturas, modo de sentir la música: la experimentación.

Claves visuales

Si la experimentación sonora queda de manifiesto en las distintas canciones de Tame Impala a través de su trabajo discográfico, en lo visual, no se han quedado atrás. Echar un vistazo a los videos musicales de Tame Impala puede ser igual de fascinante.

En sus videos se puede apreciar un elemento en común, el desarrollo de una idea psicodélica muy similar a la que se buscaba en los años 60 por parte de la contra-cultura, con una alta presencia de elementos visuales atractivos y luminosos; fractales, espirales, y elementos espaciales. Quizás, aparte del sonido tan característico de la banda, esta sea la otra razón por la cual muchos los cotalogan dentro de la categoría de rock psicodélico, pues su propuesta no solo se desarrolla en las vías de lo que los sonidos pueden entregar, sino que también se expande y profundiza, aún más, a través de los elementos visuales que acompañan a muchos de sus singles, generando atmosferas novedosas y misteriosas con elementos existentes desde hace mucho tiempo, desde fianles de los años 60,  pero que habían sido olvidados en la actualidad por fórmulas más simples y aceptadas por las masas.

El todo, más que las partes

Quizás lo que mejor resume el trabajo de Tame Impala es que la suma de todos los elementos es mejor que las partes.

Tame Impala no es solo una banda o la idea expresada en sonido de su líder, Kevin Parker, es una propuesta completa, sonora y visual, e incluso, con el suficiente poder de influir en la cultura, las costumbres y los sonidos actuales. Es de ese tipo de bandas que luego de aparecer, hace que miles de bandas más florezcan inspiradas por las fórmulas creativas expresadas por sus sonidos.

A Tame Impala no solo hay que agradecerle darle nuevos aires al rock y la música en general, hay que agradecerle el rescate de elementos propios de los 60 y 70; como ese afán puro por experimentar que movió a toda una generación en movimientos por la paz, la justicia y la música. y que de un día para otro, fueron sepultados por el capitalismo y sus correspondientes altas dosis de individualismo y materialismo.

Si no ha escuchado Tame Impala, dele una oportunidad, es mucho más que una banda, es música para todos los sentidos. Kevin Parker ha abierto una puerta hacia un sendero que tal vez todos deberíamos recorrer.

Por Pablo Mirlo

pablomirlo.wordpress.com