El restaurante Tampu está situado en la calle Suero de Quiñones 3, en el barrio de Prosperidad de Madrid. Es un restaurante de cocina peruana, intentan dar a conocer platos típicos de su cocina reinventándolos y adaptándolos un poco a nuestro paladar.
Una cosa muy positiva del Tampu es que no solo realizan elaboraciones de platos muy conocidos de Perú, como puede ser el ceviche o el ají de gallina, sino que cocinan platos típicos de todas las zonas del país por pequeña que estas sean y además los propios clientes peruanos las disfrutan y reconocen. La entrada no es demasiado vistosa, pero la sala es muy luminosa y cómoda. No es muy grande, por lo que es mejor reservar antes, y es algo ruidosa.
La carta es muy variada, como era la primera vez que íbamos nos decidimos por el menú degustación, que denominan "degustación de cocina clásica". La verdad es que es una muy buena opción para probar algunos platos de esta cocina, si es que no la conocéis.
El menú comienza con un cóctel muy típico de Perú, el Pisco Sour.
Este cóctel se elabora con Pisco, que es un aguardiente de uvas, además tiene un toque de limón y una espuma de clara de huevo. Con esta bebida acompañamos toda la cena.
El aperitivo que nos sirvieron fue una ensalada de quinoa.
La quinoa acompañada de pimientos rojos, algo dulzones, y un queso fresco. Muy refrescante y muy buena forma de comenzar a abrir boca.
Después llegaron los entrantes. A cada comensal le traen un plato, dividido en tres cuenquitos y en cada uno de ellos una elaboración.
El primero que probamos fue Papa a la huancaína.
Es un plato frío, hecho a base de patatas. Lo mejor del plato es la maravillosa salsa, hecha a base de ají (pimiento) amarillo, además lleva leche (o nata, o queso crema), limón, galletas...
Después comimos la causa limeña.
Llevaba una base hecha con patata, encima atún en aceite, huevo y aguacate. De los entrantes me pareció el más soso ya que era el menos sorprendente.
El último entrante fue la jalea de corvina.
Como si de una fritura andaluza se tratase, te sirven los trozos de pescado, con un toque a limón, enharinados y fritos. Está acompañado de cebolla roja y maíz frito.
Los platos principales los sacan, al igual que los entrantes, todos en un mismo plato que tiene forma de tres cuencos. Además lo acompañan con arroz cocido.
El primer plato que degustamos, tal y como nos pidieron, fue el seco de carrillera.
Un guiso de pollo con una salsa espesa de ají amarillo, un poco picantita y deliciosa. El último plato salado, el picante de quinoa con cerdo al aroma de huacatay.
Que se llame picante no quiere decir que vaya a picar mucho, en este caso tenía un leve sabor picante, es que en Perú se llama así a los guisos. A mi me gustó muchísimo, los trozos de cerdo muy pequeños, bañados en la salsa y acompañados de la quinoa. Para terminar, los postres. Suspiro de lúcuma y pie de limón.
El suspiro de lúcuma (en la copa) es una especie de mousse hecha con lúcuma, una fruta típica peruana que, no os sabría explicar a que sabe, pero el postre me gustó mucho, tanto la textura como el sabor. El pie de limón es un bocado muy rico. Un bizcochito con una crema de limón encima y merengue.
Para finalizar un chupito de Pisco Sour de fruta de la pasión, muy bueno, aunque me quedo con el original.
El Tampu es un sitio muy recomendable, una cocina fresca e innovadora, con sabores muy agradables y cocina bien elaborada. Seguro que repetimos para probar otros platos.
¡Por cierto! Si conocéis algún restaurante de cocina internacional que os haya gustado mucho y recomendáis, por favor, mandadme un email y así mi lista de pendientes irá creciendo.