Título original: Extremely loud and incredibly close. País: USA. Duración: 129 min. Género: Drama. Reparto: Tom Hanks (Thomas Schell), Sandra Bullock (Linda Schell), Thomas Horn (Oskar Schell), Max von Sydow (el inquilino), Viola Davis (Abby Black), John Goodman (Stan), Jeffrey Wright (William Black), Zoe Caldwell (abuela). Guión: Eric Roth; basado en la novela homónima de Jonathan Safran Foer. Producción: Scott Rudin. Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Chris Menges. Montaje: Claire Simpson. Diseño de producción: K.K. Barrett. Vestuario: Ann Roth. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Estreno en USA: 25 Diciembre 2011. Estreno en España: 16 Marzo 2012.
Stephen Daldry se dio a conocer con su segunda película, “Billy Elliot”, en 2000 y se convirtió en la revelación popular de la temporada con una historia que gustó al público sobretodo porque era entretenida y conmovedora, así que siguió amasando halagos, buenos resultados y premios continuando con una línea similar con historias esencialmente sentimentales, dramas de notable poso emocional que además fueron nominadas a mejor película: “Las horas” (2002) y “The reader” (2008) de las que me gustó especialmente la segunda.
A mí no me molesta que se hagan películas como ésta para dejar a media platea con lágrimas en la mejilla y tampoco que se usen recursos facilones para ello. De hecho pienso que es una pena que las modas vayan por otro lado y que la emotividad (algunos la llamarán “sensiblería”) venda tan poco (recuerdo que no fue así hace unos años cuando películas como “Kramer vs Kramer” o “La fuerza del cariño” y tantas otras no sólo eran aplaudidas por la mayoría del público sino que encima ganaron premios importantes), lo que no me convence del todo es que una película tenga tan poca capacidad de sorpresa como ésta porque, reconozcámoslo, nuestra lagrimita echaremos, pero no hay ni un solo instante en que no podamos adelantar qué va a pasar.
El niño, Thomas Horn, es un gran descubrimiento (aunque el personaje tiene algún momento que desquicia literalmente) y muchas veces se “merienda” en pantalla a Tom Hanks y Sandra Bullock, pero en su deseo por ilustrar visualmente su proceso de superación del dolor con la voz en off e imágenes yuxtapuestas Stephen Daldry se pierde en su visión de niño atormentado más de la cuenta y acumula minutos de información redundante que se hacen eternos. Es posible que colocar su cámara a ras del niño y proporcionar una visión infantil del drama del 11-S resulte algo interesante, pero cuando trata de ser trascendente Daldry cojea y le funciona mucho mejor la película cuando no lo es, cuando sus personajes interactúan, cuando Oskar se une al inquilino en su búsqueda de su particular grial o cuando habla con Abby y William Black, eso, la moraleja y el envoltorio audiovisual son los que sí sobredimensionan esta película en cierto modo fallida.
En lo que todo el mundo estará de acuerdo es en que Max Von Sydow, incluso no hablando, está más allá del bien y del mal (es impresionante este actor, que lleva ¿30 años? siendo viejo y que atesora una filmografía que para sí quisieran muchos) y que es cierto lo que susurra el argumento: el afecto puede ser un buen alivio cuando el dolor se hace más punzante y dado que la vida sigue es mejor afrontarla venciendo los miedos....vamos, que las panderetas mejor para crear melodías, como acompañantes resultan más bien cansinas.
MIS MOMENTOS FAVORITOS ¡¡¡CUIDADO, CONTIENE SPOILERS!!!!
- Oskar preparando su plan de acción con un plano gigante de Nueva York que va dividiendo concienzudamente en cuadrículas.
- El primer encuentro con una abatida Abbey Black “¿Puedo hacerte una foto para recordarte?” (magnífica Viola Davis) y el encuentro al final con su marido, en el que descubren que se estaban buscándole uno al otro sin saberlo.
- Oskar recluido en un armario de su habitación escuchando en secreto las llamadas telefónicas de su padre que ha guardado en el contestador.
- Oskar afrontando su miedo a cruzar un puente junto a su pandereta (la imagen cenital desde el helicóptero cuando el chico cruza es visualmente muy atractiva).
- Las salidas de casa del chico con su madre pidiéndole que le llame a cada hora, especialmente aquella en la que se queda mirando por debajo de la puerta y le dice que la quiere mientras su madre hace lo propio al otro lado.
- Las mejores escenas son todas aquellas en las que Thomas Horn interactúa con Max Von Sydow (el actor fue nominado como mejor secundario pese a no hablar ni una sola palabra y lo cierto es que está poderoso en escena y atrapa la atención cada vez que aparece).
- Linda mirando desde su oficina las torres gemelas incendiadas mientras habla con su marido por el móvil.
- Durísimo el momento en que Oskar le dice a su madre que hubiera deseado que estuviera ella en el World Trade Center en lugar de su padre. A continuación él se arrepiente y le dice que no quería decir eso, pero ella le replica que no es verdad.
- Cuando la madre le revela a Oskar que siempre ha estado pendiente de lo que hacia, siguiéndole, persiguiendo sus pasos, preparando sus encuentros.
- El momento en que, siguiendo el consejo de su padre, Oskar se da impulso con el columpio.....la superación de sus miedos tiene premio porque encuentra el mensaje que su padre le había dejado.