Tan lejos que no duele

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Hace poco más de un mes vi un vídeo de Residente (conocido vocalista de Calle 13) que me hizo llorar. Y yo, que no soy muy de escuchar rap pero sí de llorar a ratos pensé, "juer, me pilló sensible". Pero en estos días, me lo he tropezado de nuevo y es inevitable. Me caen las lágrimas como si se tratara de escenas reales y yo estuviera plantada frente a la pantalla sin hacer nada por esa gente. El vídeo se llama "Guerra" y lo dirige el propio cantante.

La sociedad, que somos todos, nos sumerge en una pompa de Mimosín y nos tapa los ojos cuando las noticias muestran cualquier realidad que interrumpa nuestra maravilla de día a día (más tapados los ojos cuanto más lejos muera la gente).

Otra historia es cuando nos llega la desgracia a nosotros. Cuando nos revienta al lado y son nuestras madres las que se quedan sin hijos. Ahí sí nos condolemos, nos apiadamos y pedimos que se pixele a las víctimas por respeto. Que no se enseñen sus cuerpos atropellados, que los tapen. Por ellos. Por sus familias.

Sin embargo, mientras sean palestinos, afganos o sirios los que mueren, que nos tapen a nosotros. Que nos tapen los ojos, que no nos dejen verlos. No por ellos. Por nosotros. Para almorzar tranquilos. Para meternos de nuevo en la pompa.

También son madres perdiendo hijos, pero no nos duele tanto. Solo nos impacta el que muere cerca, quizás porque nos asusta pensar " me habría podido tocar a mí". Así de solidarios somos. La solidaridad del lacito negro en el perfil de Facebook (que solo ponemos en las masacres de occidente).

Sobre todo en estas fechas, en las que nos ponemos más grande la medallita de nuestro estupendismo y del amor infinito al prójimo, me encuentro con este vídeo de nuevo y pienso "qué poco estoy haciendo yo por esa gente aquí plantada frente a la pantalla".