Artista: Tanger
Álbum: Mundos paralelos
Año: 2008
Género: Progresivo ecléctico
Nacionalidad: Argentina
Luego de presentar "Ciudad", éste es el gran trabajo de Tanger, un disco inmejorable.
Este es el cuarto álbum de este grupo, y es como un resumen de sus trabajos previos: exploran el rock, la música urbana (que en el review César Mendoza define como "fusionesco criollo") y el jazz, resultando una mezcla entre King Crimson, Jethro Tull, Naikaku, Procol Harum pero con un marcado aire argentino en determinados tramos.
Sin buscar el virtuosismo, la calidad de los arreglos está bien presente (y bien claros debido también a la limpieza del sonido) y podrán difrutar de los exquisitos toques de batería, buenos jugueteos de la guitarra y una flauta siempre inquieta adornando todo el álbum. La verdad es que, personalmente, el álbum me sorprendió, luego de escuchar el álbum recordé las palabras de César Mendoza.: "con cada nuevo disco, el grupo ha logrado incorporar ideas nuevas para reforzar las que han estado madurándose durante toda su trayectoria. Este camino de ascenso hacia un creciente vigor sonoro se sigue cumpliendo con “Mundos Paralelos”, uno de los discos más hermosos de la vanguardia progresiva latinoamericana para este 2008." Extraigo el comentario de César Mendoza referido a este álbum:
El cuarteto instrumental argentino Tánger sigue en su punto. A dos años de lanzado su álbum precedente “Ciudad”, ahora en la antesala de la mitad del año 2008 nos ofrece “Mundos Paralelos”. Siempre de la mano de la creatividad compositiva de Luis Colucci y los aportes del ensamble en los arreglos, Tánger sigue estableciendo una evolución sostenida en la generación de mayores niveles de robustez expresiva y colorido musical a la par que conserva intacto su esquema esencial, un esquema sólidamente instaurado desde su disco debut (hace ya casi una década de eso). Esto de la robustez puede no ser tan evidente con las primeras escuchas debido a que los pasajes relajados y/o meditativos son más numerosos en este repertorio que en los que conformaban los álbumes precedentes, pero las interacciones entre los músicos y la amalgama general sí muestran una cohesión más completa que nunca antes, y ello es un indicio articular de energía sonora. Unas cortinas de teclado, acompañadas por adornos percusivos a través de sus climas sobriamente sombríos, dan inicio al impresionante tema de entrada ‘Ansiedad’. Por el guitarreo, los colores saltarines de la flauta y el dinamismo específicamente definido de la dupla rítmica, no cabe duda que tenemos aquí una muestra de la esencia tópica de Tánger: pero también se nota una dosis de explícito candor en el desarrollo instrumental que tiene lugar, un indicio patente de la robustez incrementada que se mencionó en el primer párrafo. El solo de guitarra desarrollado a lo largo de todo el cuarto minuto es simplemente estupendo. ‘Círculos Concéntricos’ se enfoca en la faceta más juguetona de la banda, manifestando vivacidad en su más pura expresión en un uspacio un poco menor de 4 minutos: la base melódica está bien aprovechada, pero en lo personal no me hubiese importado que esta pieza en particular hubiese gozado de un poco más de tiempo, pues la magia grácil de los coquetos dibujos trazados por la flauta y las ocasionales alusiones al Crimson ochentero vertidas por la guitarra hacen que el tiempo de la pieza pasen como volando. ‘Mundos Paralelos’ cambia de registro hacia ambientes más solemnes, basados principalmente en los sobrios fraseos de flauta y la bien estructurada base rítmica: el tenor general de la pieza tiene un acento inconfundiblemente criollo, lo cual, mezclado con la garra controlada de algunas partes de guitarra, crea un ambiente especial. El aura ensoñadora de esta pieza me hace desear, una vez más, que fuese un poco más larga que lo registrado en el disco. El aire fusionesco criollo que ya se había redondeado bien en el tema homónimo se reitera en ‘Siete Pulsos’, aunque esta vez la cosa se pone un poco más extrovertida y sofisticada merced a las variaciones de ambiente y motivo que tienen lugar en el interludio: las alusiones a Jethro Tull y Focus no se harán esperar en la mente del oyente atento, pero a estas alturas ya nos damos cuenta de lo que es Tánger en sí mismo en tanto ensamble. ‘El Castillo’, construido sobre un tempo de 9/8, añade una delicada tensión a la atmósfera general del disco con sus extrañas (aunque delicadamente armadas) progresiones de acordes - las capas sobregrabadas de flauta ayudan a preservar el lirismo en algunos momentos en los cuales prevalece una mayor sutileza general de parte del ensamble. ‘Metamorfosis’ es un medio tiempo jazz-rock donde la guitarra se despacha a su gusto en un solo texturial y rico en evocaciones emotivas: Damián Lois se encarga de los teclados y el bongó en este tema. La base Latin-jazz de la pieza es evidente, con algo de las atmósferas del Weather Report más intimista como fuente de influencia. El ambiente criollo vuelve a imponerse en ‘Dos Dimensiones’, esta vez con un espíritu más ligero y una arquitectura más férreamente definida. ‘Insomnia’ es un rock muy a lo Tánger en su faceta tulliana: la dosis conveniente de sofisticación progresiva y un cuidado especial permiten generar agilidad y mantenerla en una constante equilibrada, más algunos toques de jazz que dan polenta a ciertos adornos. ‘Marquesinas’ también permanece en la prioridad de los linderos más rockeros del grupo: compás de 5/4, florituras impresionantes a cargo del flautista, un solo casi frippiano de guitarra, cortinas de teclado que añaden sutileza al bloque sonoro general,… todo un paraíso para el melómano progresivo. Una nueva versión de ‘Nova Lisboa’ (original del disco debut), con una mayor acentuación crimsoniana y un arreglo más pulido, cierra el disco con una muy oportuna calidez. Tánger ofrece una propuesta musical abierta a la expresión de ideas y emociones de manera muy lúcida a través del arte del ruido: con cada nuevo disco, el grupo ha logrado incorporar ideas nuevas para reforzar las que han estado madurándose durante toda su trayectoria. Este camino de ascenso hacia un creciente vigor sonoro se sigue cumpliendo con “Mundos Paralelos”, uno de los discos más hermosos de la vanguardia progresiva latinoamericana para este 2008. César Mendoza
El disco se puede conseguir por el espacio de Viajero Inmóvil Records, lo pueden escuchar o comprar en digital, pero también tienen la opción de comprar el CD físico escribiendo a info@viajeroinmovil.com. Y los invito a revisar el catálogo completo de dicho sello porque tiene exquisiteces más que interesantes.
1. Ansiedad
2. Círculos Concéntricos
3. Mundos Paralelos
4. Siete Pulsos
5. El Castillo
6. Metamorfosis
7. Dos Dimensiones
8. Insomnia
9. Marquesinas
10. Nova Lisboa [nueva versión]
Alineación:
- Luis Colucci: bajos, sintetizadores
- Eduardo Ferreira: guitarras eléctricas y acústicas
- Damián Lois: flauta, teclados y bongó en 6
- Ignacio Martínez: batería, percusión
Música invitada:
Florencia Genera (cello en 10)