Tango argentino

Publicado el 16 junio 2012 por Cronicasbarbaras

El tango, el peronismo, el Ché y Maradona son los Cuatro Jinetes del Apocalipsis que, cree este cronista, hunden a Argentina; aunque este país, como quien se ahoga, suba a veces a la superficie para tomar algo de aire.

Hace seis décadas Argentina todavía era un país rico que enviaba barcos con trigo y maíz a una España franquista hambrienta y empobrecida, sometida al desprecio internacional tras tres años de guerra civil.

Ahora su renta per cápita es poco más que la mitad de la española, a pesar de la crisis financiera aquí, cuando algo antes de Perón se equiparaba a la de EE.UU.

Argentina dio más premios Nobel científicos que España, y escritores como Borges, Sábato, Bioy Casares, Cortázar, Victoria Ocampo, Alfonsina Storni o Marcos Aguinis.

Pero ahí está el tango, hipnótico, sensual y cornudo, gorrón que domina y se apodera de buena parte de los 40 millones de argentinos arrastrándolos agarrados a constantes desastres.

El tango es machista, violento y llorón. Somatizado por cualquier populista, y con ayuda de algún psicólogo o psiquiatra bonaerense, crea cíclicamente dictaduras, conflictos en las Malvinas, proclamas nacionalistas y nacionalizaciones.

En 1946 componían un tango tardofascista –nazi, dice Vargas Llosa--, Juan Domingo Perón y Evita, que se mezclaban entre descamisados, a los que ella les regalaba manojos de billetes y abrigos de visón.

Imagen tanguista que quedó perenne en la alocada alma popular fabricando héroes justicialistas que eran matones inspiradores del Ché y sus imitadores, o virulento populacho como Maradona, que durante una de las dictaduras militares le dio con trampas una Copa del Mundo de fútbol al generalato y a las mafias piqueteras.

Agitado y mezclado todo salen los Kirchner, con Cristina ofreciendo culto al muerto Néstor, para estudio de psicólogos evolutivos bonaerenses, alumnos de Lacan o Wallon.

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