Rica tapita que nos enseña Carlos Arguiñano en su nuevo libro "A mi manera". Que para no ser diferente yo he hecho "a la mía! jajajaja. La tapa es de Castilla la Mancha, tierra de pastoreo y por tanto de buen queso de oveja. Y aunque una tapita de queso manchego así al natural está buena, porque no convertirla en una rica tapa dulce para el café. Me gustó sobre todo porque me gusta el queso. Aunque tengo que confesar que puse en dudas que lograra freírlo. Siempre me han llamado la atención esas recetas con quesos fritos que quedan tan bonitas y me causaba curiosidad saber si se fundían o no....................bueno las rectas las veía en la foto con lo cual ya se sabía que no pero.............La cosa es que me apreció un aperitivo de lo mas rico. Incluso un postre que es para lo que yo lo hice. Pues bien ¡¡¡¡¡el queso no se funde!!!!!. a nos er que te pases con la fritura claro jajaja. Bocado riquísimo. Y el toque que yo le di no es otro que sustituir la salsa de membrillo por porciones de dulce. Aunque luego una vez hecho se me vino a la cabeza que de alguna forma podríamos fundir el dulce y dejarlo estilo salsa; ya que los membrillos aquí son difíciles de encontrar a no ser que los tengas caseros.
Ingredientes:250 gr de queso manchego50 gr de dulce de membrillo4 rebanadas de pan de pueblopan ralladoharinahuevoAOVE
- Precalentamos el horno a 180º. y tostamos las rebanadas uno 5 minutos aproximadamente. Retiramos y reservamos.
- Cortamos el queso en cuñas gruesas, como de 1 cm de grosor.
- Pasamos por harina, huevo y pan rallado.
- Vamos friendo las cuñas por los dos lados en aceite bien caliente. Tienen que quedar doraditas.
- Retiramos y escurrimos sobre papel de cocina.
- Montamos la tapa, colocando unas cuñas de queso sobre la tostada y sobre el queso una láminas finas de dulce de membrillo.