Cierto es que la tarabilla norteña es algo más conspicua que otros migrantes, ya que al igual que su pariente la tarabilla europea se suele posar al descubierto. Sin embargo es algo más huidiza y no deja aproximarse tanto.
Suelen buscar todos los posaderos disponibles para estar al acecho y caza de todos los invertebrados que pasen a su alcance. Las que localicé hoy aprovechaban por ejemplo los fardos de yerba cortada que estos días de agosto y septiembre se encuentran por toda la campiña gozoniega.