Llegamos y estaba casi vacía, tiene mesas y sillas de tamaño infantil y está en una sala aparte, lo cual está genial, porque mi peque no para de hablar, literal, no hay silencio con él, solo cuando duerme. Se quedo alucinado, dijo "cueeeetos" y salió corriendo a coger uno. Cada uno que cogia luego corría a dejarlo en su sitio, esta edad es genial, hay que ver lo que les gusta colaborar.
Cogimos un cuento y una peli de dibujos y le soltó a la bibliotecaria un "gracias" y un "hasta luego, adios" muy claritos. Cada día habla mejor.
Gracias a mi hermana que encuentra cosas chulisimas en internet voy a compartir con vosotras un cuento que me ha encantado. Espero que os guste.