Por ello, les anuncio que realicé las modificaciones necesarias para que todo volviera a ser como antes. Sin embargo, por desgracia, algunos de sus comentarios se perdieron en el ciberespacio... ¡Lamento tanto que esto ocurriera porque sus palabras me ayudan a conocerlos más, compartir sus inquietudes, responder sus consultas, acercarnos pese a las distancias y, en muchos casos, disfrutar de una respetuosa amistad!
Los comentarios que pude recuperar fueron publicados, indicando la autoría y fecha de publicación.
Les pido mil disculpas a quienes, por un motivo u otro, se vieron afectados por estos inconvenientes que escapan a mi acción directa... Les agradezco su comprensión y compañía.
Ahora sí, me gustaría presentarles la receta de esta semana.
No sé si a ustedes les pasa, pero para mí las tardes de lluvia son ideales para preparar algo rico para la merienda. Claro que como uno no puede andar consultando al Servicio Meteorológico para salir corriendo a comprar tal o cual ingrediente antes que se arme la tormenta (o sí si son fanáticos de estar mirando la evolución de las nubes a través de los radares meteorológicos), la idea (o desafío) de los días de lluvia es preparar algo rico con algunas cositas que tengamos en casa.Así, de la unión de una tarde de domingo lluviosa y mis ganas de preparar algo rico (aunque el público presente no se quejó para nada de mi tenaz determinación) nacieron estos buñuelos, basados en una receta que preparaba mi abuela. Aquí les dejo los ingredientes, pero recuerden que pueden adaptar la preparación a las materias primas que tengan en casa el día de lluvia en cuestión (o la tardecita soleada en que se les antoja darse un gustito).
Lo primero será preparar la base de los buñuelos y para ello haremos la masa al estilo de nuestras bisabuelas, cuando no había hornos en las casas o sólo los tenían las familias más pudientes. Eso sí, reemplazaremos el caldero y el fuego por una cacerola y la hornalla de nuestra cocina.Herví 200 cc. de leche (descremada) con 60 gramos de manteca y una pizca de sal. En ese momento, añadí en forma de lluvia 200 gramos de harina común. Mezclá a fuego bajo, batiendo enérgicamente con cuchara de madera hasta que la pasta se separe de las paredes de la cacerola. Dejala enfriar.
En un bol, colocá la pasta que preparaste previamente y añadí 3 huevos (de campo) de a uno (no agregues otro hasta no haber logrado integrar el anterior), 250 gramos de ricota (magra escurrida o tamizada), 2 cucharaditas de jengibre molido, 200 gramos de azúcar, 50 cc. de ron, 1 tapita de extracto de vainilla y 60 gramos de nueces cortadas de manera grosera (también podrías emplear frutas secas, escarchadas o pasas de uva).
Batí bien todos los ingredientes hasta obtener una crema suave.
Calentá abundante aceite neutro para freír en una sartén y, cuando esté bien caliente, colocá pequeñas porciones de pasta que se inflarán por acción del calor.
Sacá los buñuelos cuando estén dorados de manera uniforme y escurrí sobre papel absorbente. Espolvorealos con azúcar y servilos calentitos.
Una propuesta para días de lluvia, para aprovechar alguna sobra de ricota, para hacerle un mimo a tu familia con una receta tradicional, sencilla, bien casera, deliciosa y súper perfumada.
En casa gustan tanto que cada vez que hay día de lluvia se apresuran a preguntar si tengo ricota... Es que, la verdad sea dicha, la ricota nos puede. Eso sí, siempre uso ricota magra o descremada porque es muy sabrosa, pero no es tan pesada como la versión entera. Entonces, podemos disfrutarla con menos culpa (y menos malestares posteriores).
Otra manera de integrar la ricota en tus comidas y una divertida forma de pasar una tarde de lluvia en familia.
¡Ah, un detalle importante! Los buñuelos no quedan aceitosos ni con mucho sabor a ron. Quedan bien perfumados, con tropezones de nuez que le aportan sorpresa y sabor, sin gusto a alcohol.
Antes de despedirme, quisera agradecer a Sandra y Chus Castro de Mançanes (i no pomes) por entregarme este premio tan tierno y bonito, y por sus lindas palabras a la hora de justificar su elección: "Por ser un blog delicioso y delicado, por su cuidada presentación, filosofía y declaración de principios y por apostar por una cocina sana"." ¡Muchas gracias!
Si no conocen aún su blog, los invito a visitarlo porque es bien variado, tiene fotografías muy atractivas y encontrarán interesantes recetas para todos los gustos.
Aquí les dejo las reglas de este premio (cada uno tiene las suyas, ya sabemos):
Agradecer a la persona o blog que nos premia.
Otorgar el premio a otros 13 blogs que recién comiencen o tengan menos de 200 seguidores.
Informar a los blogs premiados la noticia.
La elección de los blogs premiados no fue nada sencilla: Por un lado, quería incluir a muchos de los blogs que sigo permanentemente porque admiro su trabajo y dedicación (¡pero, muchos de ellos ya han pasado el límite de los 200 seguidores!); por otro lado, quería otorgarle este nuevo premio a blogs que todavía no tienen muchos seguidores y que merecen un incentivo. Finalmente, creo haber logrado un equilibrio entre ambas situaciones. Ojalá que a ellos les haga tanta ilusión como a mí...
Redoble de tambores y trompetas al viento, estos son los premiados:
Aglio Olio e Peperoncino
Bocadillo Suculento
Cocina A Buenas Horas
Con tu pan te lo comas
De andar por casa
Dulce y salado con Isa Sánchez
En la cocina
Fil de sucre
Julia y sus recetas
La Cocina de Maia
La Gormanderia
Objeto transicional
Virando comida
Ahora sí, me despido... Gracias por acompañarme. Espero que les guste la propuesta de hoy y que la pongan en práctica. Hasta la semana que viene. ¡Saludos y a disfrutar de las tardes de lluvia en familia!