Tardes de juegos creativos

Por Mamaquesabe @mamaqsabe

La creatividad a mi entender es una seña de identidad única, como lo son nuestras huellas. Hay expertos copiando e imitando, y por lo tanto sin seña que los identifique como originales porque se limitan a mostrar al fin y al cabo la creatividad de otros. Siempre digo que la inspiración está en el aire; se trata de atraparla y filtrarla en uno mismo para crear algo diferente.

Supongo que como en muchas otros aspectos de nuestra vida, habrá una parte de ella que sea innata, pero como no me considero mujer que crea en el determinismo, pienso que todo se puede trabajar para desarrollarlo y alcanzar el potencial que nos correspondería. Así pues, desarrollar la creatividad en el niño creo que también es posible como os comenté con unos ejemplos aquí.

Pero la creatividad hay que entenderla y comprenderla, mimarla y estimularla, y en la primera etapa del niño la creatividad se desarrolla con el juego. No es creativo tomar una inspiración y repetirla día tras día cambiando los elementos. El niño percibe distintos estímulos sí, pero el desarrollo creativo es muy poco novedoso. El proceso creativo requiere de la consecución de nuevos retos, del respeto del ritmo del niño pero no del estancamiento en una zona de confort que domine. No he visto nadie más rápido en aprender algo que un niño, y precisamente por esa capacidad demandan la necesidad de nuevas sorpresas, experiencias  y retos. Creo que hay que estar muy alerta en este sentido, porque puede ser una de las claves por las que parezca que el niño no muestra interés en algo, puede que se aburra al no suponerle ningún reto; y por el contrario, puede que disfrute porque le resulta cómodo y no quiere afrontar nuevos retos. Todo dependerá del niño, pero solo tú podrás percibirlo y, como casi siempre, el equilibrio es un buen punto de partida: que disfruten con cada nuevo reto al que se enfrenten. Unos irán más rápido y otros más lentos, y no pasa nada, tienes que olvidarte de los demás y centrarte en la demanda y necesidad de tu hijo.

Siempre me baso en la observación de mi hija pequeña para ofrecerle actividades y experiencias, y sigo su ritmo. Pero si algo aprendí de mi hijo es que necesitan de una chispa que los haga estar siempre alerta para desarrollar su creatividad, y que si nos fijamos, el niño nos está dando el camino, nosotros solo debemos acompañarlo estableciendo alguna guía pero sin pretender dirigirlos por el camino que nosotros creemos. Tomar bases e inspiraciones, pero siempre adaptarlas a ellos. El aburrimiento y la falta de nuevos retos los hace encontrarse también perdidos. Por eso, cuando a veces me preguntáis por mail si creo que un juego o juguete puede ser bueno aunque no corresponde a su edad os digo lo mismo: pruébalo, ofréceselo y observa su reacción; quizá es el que él necesita, y si no, siempre aparecerá el momento. Pero a veces insistir con un mismo reto, aún en sus múltiples variantes, les ofrece menos posibilidades creativas que empezar con algo nuevo aunque lo utilicen a su manera.

Una de las últimas adquisiciones para la pequeña de la casa, es el ábaco de Miniland. En la caja pone de 3 a 6 años y aunque Emma va a cumplir 18 meses lo cogí porque no costaba ni 10 euros, serviría para la motricidad fina, había muchas piezas para jugar con los “montones” (que le encantan) y me daría mucho juego para otras actividades. Pues resulta que le encanta. Solo lo utiliza para colocar las piezas, y yo aprovecho para nombrarle colores o formas, pero es algo que pide cada tarde, ya lo usaremos de otras formas cuando llegue el momento, pero ahora lo usa como nuevo reto.

¿Os cuento qué actividades hacemos cada día?

  • Ritmo y música después de la siesta y antes de merendar: actividades más activas para la primera hora de la tarde donde tiene más energía. Bailamos juntas (en brazos), y libremente por la habitación. Utilizamos la mesa de luz y sonido y aprovecho los peluches (que sigue sin hacerles caso) para hacer que bailen, colocarlos en corro, tirarlos a una caja de cartón… improvisación pura y dura. Así dejamos a su hermano en el salón que vea la tele antes de ponerse con los deberes.
  • Libros y lectura: ohhh, madre, ya tiene el gusanillo. Los tiene en una estantería en el salón (porque así nos vamos allí y dejamos a su hermano que haga los deberes tranquilamente sin oírnos al lado) y los saca y te los pone encima para que se los leas. Nos sentamos frente a frente y se los voy contando mientras los mira, viene, te señala, le pregunto quién es quién… Y a la tercera vez que me pide un mismo cuento me la llevo a merendar. Los leo y me los reinvento también, que si no la que se aburre soy yo
  • Después de merendar y antes de salir a pasear juega con el cajón de juguetes que tiene en el salón. Suele entretenerse ella sola, así que no intervengo para nada. Y si tarda más papá en llegar y se cansa es cuando saco las actividades más tranquilas en las que participo yo: flashcards, ábaco, gomets, pinturas, colores, pegatinas, puzzles, fichas… Éstas también las uso para antes de cenar pues está más cansada; a veces solo miramos un catálogo de juguetes en el sofá mientras la entretengo con el lenguaje. Son actividades de pocos minutos, pero que van unas tras otras y que las demanda siempre. Se las tengo repartidas en distintas estanterías (en alto pues no son para que ella las use solas por razones de seguiridad) y ella sabe dónde ir y señalar

Como veis, hacemos de todo un poco… Los dibujos animados se los suelo reservar si no puedo estar pendiente de ella en algún momento.

¿Cómo pasáis vosotros las tardes de juegos? ¿Qué es lo que más les gusta a vuestros peques?