Eso sí, el colegio de Corazón es solo para hombres, como era común en el siglo XIX. Es decir no hay Mariajoaquinas ni disfuerzos de chibolos agrandados lo que, contrariamente a lo que se podría pensar, no le da un aire ingenuo a la historia. Al contrario, buena cantidad de páginas denuncia la carestía y las injusticias sociales de la Italia de la época.
Aunque sea un libro "para niños" la estructura no es tan sencilla porque se insertan extractos de diarios,cartas y los relatos mensuales, lo que hace que exista más de un narrador, una suerte de perspectiva múltiple. Una de las cosas que me sorprendía cuando era niño es que los personajes constantemente se están enviando cartas aunque estén uno al costado del otro. No entendía porque no simplemente se hablaban, pensando que quizás era una "costumbre antigua" Ahora que chateo con mi compañera de al lado lo entiendo mejor. La historia da vueltas. Por eso a veces no hay que subestimar a los libros que duran.