Después de desembarcar tranquilamente del Constellation, tomamos el shuttle de la autoridad portuaria, y una vez fuera del puerto, compramos los billetes del autobús en el café-heladería que está justo a la salida de la terminal. También suele disponer de billetes la oficina de turismo de Civitavecchia, pero en nuestro caso las chicas no los acababan de encontrar por ninguna parte. Ya con los billetes en la mano fuimos a la parada, frente a la catedral de Civitavecchia, a esperar al autobús. Allí se nos acercó un barrendero italiano a pedirnos fuego para encenderse un pitillo y le prestamos el mechero. Dicho mechero, de color rojo en su totalidad y sin grabados de ningún tipo, sirvió para entablar una interesante y larga conversación, ya que con una gran imaginación por su parte, atribuyó el color del mismo a la selección española de fútbol. A partir de ahí la conversación derivó de la magnífica “squadra” de España, a la inseguridad ciudadana que se vivía en Civitavecchia donde, según él, se producían muchos robos en viviendas, en comercios y en vehículos atribuibles a la inmigración (no diré nacionalidades), las malas perspectivas de trabajo y los temas candentes de los gobiernos de Berlusconi. En fin..de todo un poco. Pero lo que si que percibimos es el cariño que nos tenía a los españoles. Decía: “Spagnoli e italiani sono molto simili come fratelli”. Va a ser verdad lo que vimos en un programa de televisión, en el que un español residente en Turín confesaba que, los italianos nos quieren mucho más a nosotros que lo que les queremos nosotros a ellos.
Para resumir, es una opción agradable para los que ya conocen Roma, o bien no quieren desplazarse hasta ella. Muy fácil de llegar desde Civitavecchia, y sobre todo para pasar un día relajado y tranquilo lejos de las hordas de turistas (y cruceristas) que invaden a diario la Ciudad Eterna. Aunque eso si, por ser una ciudad amurallada que nadie espere encontrarse algo espectacular estilo a la ciudad italiana de Bérgamo. Tiene rincones muy agradables y sobre todo que con unas horas basta para conocerla bien sin que nos dejemos nuestro físico en el intento.
Vistas desde el Belvedere della Ripa
El Duomo de Tarquinia
La Porta Interna di Castello
Interiores del Palazzo Vitelleschi
Palazzo Vitelleschi
Imágenes de Tarquinia